Detenido un joven en un piso de Santiago tras intervenirle cinco kilos de hachís y un centenar de pastillas

Los hechos ocurrieron en Conxo y la Policía Local acudió a la zona después de que los vecinos alertasen de una discusión familiar

El suceso se produjo en el barrio de Conxo, en Santiago de Compostela

El suceso se produjo en el barrio de Conxo, en Santiago de Compostela / Antonio Hernández

La Policía Local detuvo el pasado martes, en el barrio de Conxo, en Santiago, a un joven de en torno a 25 años de edad como presunto autor de un delito contra la salud pública por tráfico de drogas. Los hechos ocurrieron durante la mañana en un edificio de la rúa Doutor Maceira, después de que los vecinos llamasen a la Policía para alertar de una fuerte discusión familiar en uno de los pisos del inmueble. Hasta la zona acudieron efectivos de la Policía Local y una vez en el interior de la vivienda, habría sido el padre del joven el que delató a su hijo, indicando el lugar donde este ocultaba la droga. 

Según pudo saber EL CORREO, los agentes intervinieron, en la propia habitación del chico, un centenar de pastillas, a la espera de que se analice de qué sustancia se trata, una balanza de precisión y bolsas para el empaquetado. Además, se incautaron cinco kilos de hachís ocultos en otra dependencia del mismo edificio. El detenido está a la espera de pasar a disposición judicial. 

Al parecer, la fuerte discusión familiar comenzó después de que el padre del joven mostrase su preocupación por el modo de vida que lleva su hijo desde su regreso a Santiago, tras una etapa fuera de la ciudad. El detenido es el menor de tres hermanos y la familia vive en el edificio de la rúa Doutor Maceira donde se produjo la detención. 

Pese a que la droga incautada estaba cortada en planchas para su venta al menudeo, a la Policía Local le llamó la atención el volumen de la cantidad oculta, que arrojó un peso de cinco kilos.

Este no fue el único suceso que se registró en la rúa Doutor Maceira en los últimos días, puesto que también en esta calle, en concreto en el bar A Meiga, el propietario del establecimiento y otras dos personas –su madre y una amiga– acabaron en el hospital tras ingerir un bizcocho, ofrecido por un cliente, que contenía marihuana. Los hechos ocurrieron en la tarde del pasado 21 de abril.

Tras ingerir el pastel, el dueño del bar, David Arrozados, comenzó a sentirse indispuesto. “El chico que nos ofreció el pastel nos dijo que era un bizcocho de chocolate y almendras. Pero poco después de tomarlo empecé a marearme. Notaba el cuerpo paralizado y me fui al hospital”, relató a este periódico el joven, de 32 años, que no fue el único perjudicado, puesto que también su madre y una amiga, con un bebé de tres meses, que en ese momento estaban tomando algo en la cafetería, también notaron los efectos del pastel de marihuana, y acudieron rápidamente al hospital. Los tres recibieron el alta durante la noche. Arrozados también subrayó el peligro que supuso que su amiga, con un bebé, cogiese el coche esa tarde tras haber consumido, sin saberlo, un pastel de marihuana. “Le pudo pasar cualquier cosa”, afirma.