Ian Vázquez Rowe: “Nun 70 ou 80% das praias con pélets poderíase intervir dun xeito medianamente agresivo”

El biólogo compostelano, experto en polución plástica, defiende que se trata de arenales con poco valor ecosistémico por su uso turístico, lo que avalaría la utilización de rastrillos y maquinaria en la limpieza 

na voluntaria realiza tareas de limpieza en un arenal gallego

na voluntaria realiza tareas de limpieza en un arenal gallego / Elena Fernández

A pesar de que la contaminación plástica de los mares, con granza como la que estos días llega a las costas gallegas, es un fenómeno al alza durante las últimas décadas, e incluso la Unión Europea se encuentra en este momento debatiendo una regulación para evitar que se produzcan estas pérdidas accidentales, las actuaciones y gestiones para hacer frente a este tipo de vertidos no están aún protocolizadas como sí lo están ya los derramamientos de petróleo como el del Prestige que asoló Galicia en 2002. Así lo explica el biólogo compostelano y doctor en Ingeniería Medioambiental Ian Vázquez Rowe, que ejerce como profesor asociado en la Universidad Católica de Lima (Perú) y está especializado en la investigación de la polución plástica del medio marino.

Vázquez Rowe alaba el trabajo que en los últimos días cientos de voluntarios están llevando a cabo en la costa gallega para retirar los pélets que se depositan tras cada marea en las playas de la comunidad. Unas labores manuales en las que las brigadas ciudadanas están poniendo el foco en realizar una diferenciación entre los microplásticos y los detritos orgánicos presentes en los arenales y “que teñen que estar aí debido ao seu valor escosistémico”, a través de diferentes, artilugios como ‘peneiras’ y capazos con agua que permiten hacer una correcta separación.

El biólogo, no obstante, considera que estas tareas se podrían realizar de un modo más intensivo en la mayoría de arenales de la comunidad. “Nun 70% ou 80% das praias galegas, cun protocolo xeral poderíase realizar unha intervención medianamente agresiva. Son praias que dalgún xeito os humanos invadimos xa durante tres ou catro meses ao ano, con milleiros de personas nelas e limpezas con vehículos mecánicos en moitos casos. Nestes contextos de areais de uso turístico, onde xa se perdeu gran parte do valor ecosistémico, a utilización de rastrillos e maquinaria estaría xustificada”, explica Vázquez Rowe.

"Son praias que dalgún xeito os humanos invadimos xa durante tres ou catro meses ao ano, con milleiros de personas nelas e limpezas con vehículos mecánicos en moitos casos”

Ian Vázquez Rowe

— Biólogo y Doctor en Ingeniería Ambiental

Es precisamente en aquellos arenales que cuentan con un importante valor ecosistémico derivado de su pertenencia a un parque natural, como puede ser el caso de Corrubedo, o por la presencia en los mismos de bancos marisqueros, donde a ojos del experto sí que es extremadamente precisa una intervención manual lo menos invasiva posible, muy similar a la llevada a cabo por la mayoría de brigadas voluntarias en los últimos días.

En este sentido, Vázquez Rowe recomienda la creación de un protocolo general que pueda ser útil para esta mayoría de arenales donde la limpieza de estos microplásticos se puede llevar a cabo de un modo más agresivo. Además de otro específico que atienda a las necesidades de aquellos ecosistemas que requieren un especial cuidado. Sin embargo, recuerda que los casi 1.500 kilómetros de costa de los que dispone Galicia no son todos de arenales, sino que hay áreas de estuario, de delta y rocosas a las que también cabe prestar atención.

Estas intervenciones realizadas a pie de costa, cuando los pélets ya han sido “escupidos” por el mar, son conocidas en el ámbito científico como pasivas. No obstante, Vázquez recuerda que también es posible la realización de intervenciones activas, es decir, la búsqueda de fórmulas para tratar de impedir desde el propio medio marino que los pélets arriben a la costa, como ya está haciendo el Gobierno vasco. En este sentido, Vázquez señala que existe tecnología como los skimmers, una especie de aspiradoras capaces de succionar la película superficial del mar, donde se depositan los pélets, y que pueden permitir la limpieza de estos microplásticos directamente en el agua, posibilitando de este modo, avanzar de un modo más rápido en la limpieza del vertido. No se trata, como explica Vázquez, de una técnica a llevar a cabo en mar abierto, sino aprovechando los primeros metros de la línea de costa. En ese marco, el experto advierte que la malla de los sacos que continúan a la deriva se irá degradando a medio plazo debido a la acción del sol y de la salinidad de las aguas, liberando el granulado que guarda en su interior, que llegará esparcido posteriormente a la costa, por lo que llama a tenerlo en cuenta.

El profesor asociado a la Universidad Católica de Lima recuerda en cualquier caso que hay que tener claro “que todo non se vai poder limpar” y para alcanzar una limpieza del 60 o 70% del vertido es necesario una importante financiación en maquinaria y tecnología que así lo permitan.