ACTIVISMO

De Colombia a Camariñas para confrontar dos realidades sociales

Sara y Yorya, de la Fundación Forjando Futuros, trasladaron a los alumnos del IES Pedra da Aguia su labor en Medellín

El encuentro puso el broche de oro al proyecto ‘Activistas por el mundo que queremos’

Estudiantes de Camariñas en el encuentro con las dos activistas colombianas

Estudiantes de Camariñas en el encuentro con las dos activistas colombianas / IES Pedra da Aguia

J. M. Ramos

El IES Pedra da Aguia, de Camariñas, clausuró el proyecto Activistas por el mundo que queremos con la visita de Sara y Yorya, dos activistas colombianas de la Fundación Forjando Futuros que desarrollan sus actividades en comunas de Medellín y que compartieron sus experiencias con el alumnado de 3º de la ESO, que ha trabajado a lo largo del actual curso en este proyecto.

La visita comenzó con una pregunta al alumnado que los pilló de sorpresa: “¿A qué sabe, a qué huele y qué se escucha en el lugar donde residís?” A continuación, a través de un audio, los estudiantes camariñanos pudieron escuchar el sonido de las calles de Medellín: música, bocinas, discusiones, golpes. “Fue una forma sutil de transmitirles el porqué de su activismo, el intento de transformar el ruido de una sociedad por una convivencia pacífica”, afirma Jacobo Santos, uno de los miembros del equipo directivo del instituto, que completan Mariví Mouzo y Adela Coello.

Las activistas explicaron que la tarea no es fácil en un país con muchas necesidades y que afronta numerosos problemas estructurales. A pesar de que la mayoría de la población es afrodescendiente o indígena, los niveles de racismo son muy elevados, al igual que la pobreza. En ese contexto, añadieron, resulta muy difícil trabajar con adolescentes que ni siquiera han desayunado o con colectivos vulnerables a los que les han arrebatado sus tierras y su vida.

Sería muy fácil, incidieron, hablar de guerrillas, crimen organizado, bandas callejeras, paramilitares, etc., “pero es necesario abrir una ventana a la esperanza y hablar de paces en plural. Es la labor que está tratando de impulsar el nuevo gobierno de Gustavo Petro”, explican.

Al alumnado, sentado y formando un círculo, se le pidió que en un minilibro hecho con un folio escribieran qué les producía rabia y ante qué alzarían la voz. Las respuestas fueron variopintas, aunque predominaron las que denunciaban las injusticias, el racismo, el uso de la violencia y el maltrato animal. Todas ellas se expondrán debajo de unos paneles hechos por ellos en la clase de Plástica en los que, bajo los títulos de Rompemos barreras y Uniendo colores, aparecen los perfiles entrelazados de cada uno de ellos.

La sesión concluyó con una serie de preguntas a las activistas planteadas por una alumna en representación de los dos grupos de 3º de la ESO. No les resultó fácil responder a cuestiones sobre la existencia de niños de la guerra (hoy en día 1 de cada 10 niños es reclutado a la fuerza por las guerrillas, y los que logran escapar son sometidos a duros tratamientos de reinserción social), la estigmatización de ser colombiano (ambas activistas tuvieron que abrir sus equipajes cuando llegaron a España) o los obstáculos que encuentran en su labor.

“Desde luego, la visita no dejó indiferentes a los alumnos, a pesar de vivir en una sociedad sin tantos problemas como la colombiana”, afirman desde el centro. Igualmente, Eloi, coordinador del proyecto e integrante de Solidariedade Internacional, y Jacobo, de la Asamblea de Cooperación pola Paz y encargado de traer a estas dos activistas, se mostraron muy satisfechos con la experiencia en el IES camariñano.