Educación, ambición y respeto, las bases que cruzan fronteras de la mano de Golán y el squash

Tras anunciar su retirada de forma oficial, el mejor jugador español de la historia de este deporte se dedicará íntegramente a su enseñanza con la academia creada por él mismo y que ya atrae alumnos de otros continentes

Disputar un campeonato internacional en Área Central “delante de mi gente” fue uno de los momentos más especiales de su carrera

Borja Golán

Borja Golán / ECG

Borja Golán (Santiago, 1983), considerado el mejor jugador español de la historia del squash, anunció oficialmente su retirada a principios de mayo. Después de dos décadas compitiendo al máximo nivel, el compostelano ha decidido centrarse íntegramente en la enseñanza de este deporte a través de su academia, situada en el gimnasio Squash Milladoiro.

UNA CARRERA EXCEPCIONAL

“Empecé a jugar con 9 años. La casa de mis padres está aquí, a 400 metros del Squash Santiago. Tenía la suerte de que vivía cerquita y probaba varios deportes. Hacía fútbol, probé natación, kárate, varios deportes y al final el squash fue lo que más me gustó”, recuerda Borja Golán sobre sus inicios en este deporte, que conoció por cercanía. “La verdad, me enganchó y me encantó desde el primer momento. Poquito a poco le fui dedicando más tiempo y te va enganchando más y más. Al final cada año le dedicaba más horas y así fue como empecé”, añade.

En la actualidad, Borja Golán cuenta con un currículum espectacular y, naturalemente, con grandes recuerdos, entre los que le cuesta escoger uno: “Hay varios, al final son 30 años, bastante más de la mitad de mi vida”, aunque sí reconoce tener candidatos a momento más especial. “No podría quedarme con uno, pero por ejemplo el primer momento que me hizo muy feliz, además era un niño todavía, fue la primera vez que gané un campeonato de España, sub 10, en Oviedo. Al volver a casa me tenían una fiesta preparada mis padres y amigos, en un bar de Milladoiro, el bar Riva. Era la primera vez que un gallego ganaba un campeonato de España en cualquier categoría, y fui a Oviedo pensando que iba a perder el primer partido porque no tenía noción del nivel que había, pero al final tuve la suerte de ganar y fue la primera gran alegría que me dio el squash”.

Sin embargo, no fue la única, ni mucho menos. Otras grandes experiencias fueron “la primera vez que gané también en el campeonato de España absoluto, con 19 años, o cuando jugué en casa un torneo internacional en Área Central, delante de mi gente. El primer año me había lesionado en el primer partido, iba de número uno y fue duro. Un año o dos después volví, y poder ganarlo delante de tu gente quizás es uno de los momentos más felices de mi carrera”, asegura Golán.

UNA LESIÓN ESPECIALMENTE INOPORTUNA

No hay lesiones positivas, pero la más grave que afectó a Borja Golán (rotura de ligamento cruzado) llegó, sin duda, en el peor momento. “Es duro. Tenía 26 años y ese mismo mes había llegado al Top 10. Era el primer jugador de habla hispana que lo lograba, y justo cuando consigues tu objetivo de muchos años, lesionarte y saber que vas a perder ese ranking... fue un momento fastidiado”, aunque no permitió que este bache acabase con su carrera: “Estuve 7 días esperando para saber quién me iba a operar, cuándo lo haría, los plazos de la recuperación... Al saberlo me centré en eso, me empecé a motivar con la recuperación. Al final un deportista necesita objetivos y cuando sabes que algo va por plazos te esfuerzas y piensas en ellos. Creo que hasta me vino bien, cuando pasas momentos malos disfrutas mucho más de los buenos. Son lecciones que te da la vida y el deporte me hizo más fuerte mentalmente y disfruté más de él los siguientes años”, afirma el profesor de squash.

CRECER EN LA VIDA CON EL DEPORTE

“He tenido muchísima suerte en poder dedicarme al squash”, señala Borja Golán recordando todo lo que le ha dado este deporte. “No sólo me encantaba entrenar, marcarme objetivos y competir, sino también viajar por todo el mundo y que nos traten bien en muchos países”, añade como otro factor que le ayudó a madurar. “Se hace un torneo al año en Hong Kong, o Malasia, EEUU, Sudamérica, Australia... Poder conocer gente de otras culturas, ya desde pequeñito, es impresionante. Y a partir de los 18 años podíamos viajar por todo el mundo en el circuito profesional, así te abres también. Conocer otros lugares, ver cómo vive esa gente, estar en la India y ver que viven en la calle o la pobreza que había en Pakistán... te hace apreciar más lo que tienes, por eso estoy muy agradecido al squash”.

Otro factor que sin duda afecta a los deportistas es el económico y Borja Golán cree que en su situación esto le hizo esforzarse más: “Cuando empecé a jugar me fui a Inglaterra un año, con 18. La federación me cubrió los gastos y tuve la suerte de que mi entrenador John Milton, por aquel entonces en Inglaterra, me ayudó y me hizo un buen precio porque veía mi potencial. Mis padres son trabajadores normales y tampoco me podían ayudar mucho, era yo el que tenía que esforzarme desde el principio. Sabía que si no subía en el ranking rápido no iba a poder mantenerme ahí más de uno o dos años. De las diez primeras finales que jugué en torneos profesionales, gané las diez. Se iba jugando por el ranking y no pude jugar en los torneos grandes ya al principio, eso me vino bien, porque sabía que tenía que ir al 100%”, comenta sobre sus primeros pasos profesionales, que luego fueron a más. “Poco a poco vas consiguiendo las ayudas institucionales. El CSD, la Federación Española de Squash, la Xunta de Galicia, Fundación Deporte Galego, la Federación Gallega... fueron ayudándome desde el principio y después fui buscando también por mi cuenta patrocinadores”, señala agradecido.

EL SQUASH A DÍA DE HOY

Aunque este deporte está en expansión actualmente, no es nuevo. “Tuvo un boom en los 80 y 90 a nivel España, el Rey tenía una pista en Zarzuela. Después sufrió un retroceso a partir del año 95, pero ahora está otra vez creciendo, sobre todo a nivel mundial. Se juega en los cinco continentes y cada vez hay más torneos grandes. Falta quizás que sea olímpico, pero es un producto que ha mejorado mucho a nivel audiovisual. Squash TV retransmite todos los grandes torneos”. Y la mejoría se está notando mucho también en España, donde, asegura Golán, “hoy en día creo que hay 20-25 jugadores en el circuito profesional entre chicos y chicas, cuando yo empecé eran cuatro o cinco como mucho. En 2019 España quedó subcampeona de Europa por equipos, y en los 20 europeos que jugué antes de eso, el mejor puesto fue quinto”, expone como muestra de una mejoría evidente.

GANA FAMA EN SANTIAGO

Al igual que sucede a nivel nacional, en Santiago el squash también cuenta cada vez con más adeptos. “No tenemos muchas pistas, hay estas del Squash Santiago en Milladoiro y otras en Bertamiráns, que hay una municipal. Pero hay bastante gente jugando: juniors, campeones de España de categorías inferiores, también a nivel profesional en la academia... y estamos intentando que prueben más niños para que haya más cantera”. Golán considera además que es un deporte “muy apto para Galicia”, pues “en invierno cuando llueve estás aquí resguardado”.

Para ello en este crecimiento está siendo clave, como lo fue para Borja en su momento, la aportación de la Xunta y otras instituciones. “Mediante la Xunta y la Federación Gallega tenemos una ayuda aquí. Convirtieron la Academia en núcleo de entrenamiento especializado, creo que hay cinco en toda Galicia de diferentes deportes, y uno de ellos es este”, señaló el actual profesor de squash, mostrando su agradecimiento. “Estoy contento y lo agradezco. En este proyecto hay jugadores gallegos, de fuera de España, incluso de fuera de Europa”. Sin embargo, a nivel local sí le gustaría ver un pequeño impulso al squash: “Quizás por parte del Ayuntamiento de Santiago, que es el más grande de la zona, pues sí que podrían apoyar un poquito más. Teniendo campeones de España, no solo yo, sino otros a nivel local que llevan el nombre de Santiago por toda Europa y el mundo a veces, no estaría de más una pista como la que puso el Ayuntamiento de Ames”.

LA GOLÁN SQUASH ACADEMY

Pese a haberse retirado recientemente de las pistas como jugador, la Golán Squash Acadamy empezó en enero de 2022 y su fundador cree que está funcionando muy bien. “Tenemos unos 12-14 jugadores gallegos gracias al programa de la Xunta y podemos ofrecerles todos estos servicios: entrenamientos de squash, masajes, fisio, entrenamientos con el preparador físico... Es muy completo. Tienen también al doctor Gallego, que nos está ay udando si hay lesión”. Pero la academia atrae además a deportistas de todo el mundo. “Aparte tenemos jugadores que vienen de fuera a entrenar, y los gallegos se benefician de eso. Ahora, por ejemplo, tenemos a gente de Chile, Argentina, Colombia, India, Australia... Vienen aquí a entrenar. Algunos seis meses, otros tres, o uno. No es gente de esos países que está aquí, es gente que viene aquí. Estamos contentos, hay que hacer las cosas bien para que la gente quiera repetir. Hay que seguir mejorando cosas, pero estamos en el buen camino”.

Pese al éxito con los mayores, la academia también está muy enfocada a los futuros jugadores profesionales. En concreto, a aquellos que después de haberlo probado muestran mayor interés. “Nos estamos centrando sobre todo en júniors y jugadores que quieren hacer la transición a absoluto. Cuando un niño quiere empezar a jugar al squash, hay otros entrenadores que lo hacen muy bien. Y cuando van avanzando, subiendo de nivel, y quieren competir más, intentamos darles ese apoyo y ayudarles un poco más, porque ya son entrenamientos un poco más exigentes”, declara Borja Golán.

LOS VALORES DE LA ACADEMIA

Por último, como se trata de un centro de enseñanza en el que muchos usuarios son niños, otro factor de vital importancia es enseñar unos determinados valores asociados al deporte. Y Borja Golán tiene claros los suyos: “Se lo digo siempre a mis jugadores, lo más importante es el respeto y la educación. Cuando estás entrenando hay que darlo todo, pero siempre demostrando respeto por el rival, por los entrenadores, por los árbitros... es fundamental. Si no hay respeto no hay nada. Jugar con ambición, pero también respetando las reglas y comportándonos en la pista. Todos podemos tener un mal día, un enfado o estar a 190 pulsaciones y que haya una mala palabra o mal gesto, pero debemos intentar controlarlo y actuar con respeto”, concluye el profesor compostelano de squash.

TEMAS