¿Cómo puede influir la campaña electoral gallega en la intención de voto?

En el juego de la democracia, las campañas electorales no son solo una formalidad o un despliegue de propaganda. Son el campo de batalla donde se disputa la preferencia de los votantes, donde las ideas compiten por la atención y donde los candidatos buscan convencer. Según la última encuesta del CIS, publicada antes del debate electoral en la TVG, la campaña puede movilizar en Galicia a casi un tercio del voto.

Rueda apela a la Galicia “que funciona” frente a una oposición que muestra sintonía para gobernar

En este contexto de competición por lograr el mayor número de asientos en el Parlamento de Galicia, se pone en práctica la estrategia de la persuasión, lanzando promesas de toda índole. En los últimos días hemos escuchado anunciar desde la matrícula universitaria gratuita a todo tipo de bonos, pasando por un plan de rescate de la Atención Primaria, el Galtren, la renta "universal" de 600 euros al mes para jóvenes o la construcción de vivienda pública en caso de ganar las elecciones y alcanzar la Xunta.

Ni Rueda ni ningún representante del PP irá al debate en TVE: asistirán solo Pontón y Besteiro

El papel de las emociones

Las campañas son el escenario donde se forjan las alianzas, se desmontan los argumentos y se despiertan las pasiones. En esta campaña de las elecciones gallegas hemos visto cómo las emociones y los argumentos se entrelazan, exponiendo al público y posible elector a la dimensión más personal e íntima de los candidatos en un intento por resultar más cercanos, generar empatía y conquistar su voto. El vídeo de las hijas de Rueda hablando sobre su personalidad, el de Ana Pontón con sus padres en la casa familiar, el de José Ramón Gómez Besteiro cocinando o el de Jácome cantando a Ourense van en esta línea. 

Una imagen idealizada

Otro elemento esencial en una campaña son los carteles y fotos de la propaganda electoral. Dan notoriedad al candidato y transmiten el clima de las elecciones a la población. Están pensadas para condicionar e incidir en la opinión pública, por eso a menudo son objeto de crítica y memes por parte del adversario, que busca desacreditar la imagen virtual que se traslada del oponente frente a su imagen real. No hay más que echar un ojo a las redes para comprobar lo que están dando de sí en la campaña de las elecciones gallegas. 

“Encantaríame ter ese superpoder das ‘Embruxadas’: poder parar o tempo”

A la conquista del electorado indeciso

Las campañas tienen el poder de reforzar las preferencias políticas arraigadas, pero también el potencial para desafiar las tendencias preexistentes y movilizar a quienes se mueven en la indecisión. Según la última encuesta del CIS, siete de cada diez votantes en Galicia (70,2%) ya han decidido su voto, pero hay un 27% de indecisos. 

En este periodo electoral las emociones corren desaforadas, las ideas chocan, se contradicen y los líderes emergen o se tambalean. Cada palabra pronunciada, cada gesto realizado puede ser la chispa que encienda el cambio en la mente del votante. Quedan nueve días para convencer al electorado gallego, sobre todo al indeciso, de que el programa de gobierno respectivo es el que más se ajusta a sus preferencias y necesidades.