Las ruinas del castillo medieval más bonito de Galicia, a un paso de Santiago

Las ruinas de esta fortaleza medieval gallega, enclavadas en lo alto de un peñasco, se alzan orgullosas sobre el valle del río Castro

Tras ser uno de los escenarios de la primera revuelta Irmandiña, lleva abandonado desde principios del siglo XVII

Las ruinas del castillo medieval más bonito de Galicia, a un paso de Santiago

Las ruinas del castillo medieval más bonito de Galicia, a un paso de Santiago / Concello de San Sadurniño

Situado en un entorno natural e histórico único, se encuentra uno de los castillos medievales más bonitos de Galicia, cuya historia está íntimamente ligada con la primera revuelta Irmandiña.

A pesar de que en la actualidad poco queda del que antaño fue una de las fortalezas medievales más impresionantes de la comunidad gallega, sus ruinas, enclavadas en lo alto de un peñasco, no dejan de sorprender a todo aquel que se acerque.

Su torre, además de desafiar el paso de tiempo, se alza orgullosa sobre el valle del río Castro, destacando entre bosques frondosos y pequeños precipicios. ¿Ya sabes de qué castillo estamos hablando?

Un viaje al pasado

Se trata del Castillo de Narahío, cuyos orígenes son, a día de hoy, una incógnita. La fortaleza, declarada como Bien de Interés Cultural en 1994, está situada en San Sadurniño.

A pesar de no tener claro el origen de la fortaleza, las primeras referencias documentadas nos guían a tiempos del siglo XIV, marcados por el feudalismo en Galicia. Así, visitarla es como un viaje al pasado.

En aquella época, se dice que fue Pedro I el que la regaló a Fernán Pérez de Andrade, conocido popularmente como 'O Boo', tras arrebatársela al caballero Gonzalo Piñeiro en 1364.

Vista exterior del Castillo de Narahío

Vista exterior del Castillo de Narahío / Flicker

Desde entonces el Castillo de Narahío pasó a manos de los Andrade, siendo utilizada incluso como una cárcel para todo aquel que se ponía en contra de la gran familia feudal.

Al igual que ocurrió con la mayor parte de castillos gallegos, el de Narahío fue derribado durante la revuelta Irmandiña, siendo uno de los escenarios de la primera dirigida sin éxito por Roi Xordo.

Tras ser reconstruida por los propios revolucionarios como castigo, finalmente fue cedida por la Casa de Alba, su última propietaria conocida, al Concello de San Sadurniño por un período de treinta años.

En ruinas

La historia de este castillo histórico tiene un final amargo, pues lleva abandonado y en ruina desde principios del siglo XVII, llegando incluso a ser utilizado como cantera para obtener material de construcción para elementos cercanos.

Tras varios trabajos de excavación, se recuperaron diversos elementos de épocas pasadas como cerámicas y monedas que guardan un gran interés patrimonial. Asimismo, las últimas obras realizadas permiten visitar el patio de armas y subir a la torre del homenaje, desde donde se puede disfrutar de una gran panorámica del valle.

Sin duda, una visita que merece la pena, ya no solo por su gran valor histórico, sino también por el entorno natural que lo rodea.

Y ya que estás por la zona, es recomendable hacer una pequeña ruta de senderismo que lleva a una de las cascadas más desconocidas de Galicia: la cascada de Narahío.

Conocida también como Fervenza do Río Castro, es un salto de unos seis metros de altura.

A pesar de no tratarse de una de las cascadas de Galicia más espectaculares, el pequeño pozo que se forma, junto con el entorno, la convierten en una joya natural de mucho encanto.

Cómo llegar al Castillo de Narahío

Situado en el término municipal de San Sadurniño, para llegar a él desde Santiago debes salir de la AP-9 a la altura de Neda, tomando la AC-115 en la salida 31F.

Luego debes seguir por la AC-115 hasta llegar a tu destino siguiendo las indicaciones del castillo. El viaje te llevará poco más de una hora. ¿Ya has estado?