Iago Mora, el ‘crack’ de Filosofía de la USC, logró en un curso una nota media de 10

Los Premios de Excelencia Académica del curso 2020-21 distinguieron 172 estudiantes de la institución compostelana // Valoran positivamente la dotación económica

Foto de familia de los Premios de Excelencia Académica del curso 2020/2021. xunta

Foto de familia de los Premios de Excelencia Académica del curso 2020/2021. xunta / lorena rey

Un total de 434 estudiantes recibieron ayer los Premios de Excelencia Académica del curso 2020-2021, que habían sido anunciados el pasado mes de octubre, de los que 172 son de la Universidade de Santiago (USC), lo que supone el 40 % del total y por encima de las de A Coruña, con 123, y Vigo, con 139.

El rector Antonio López participó en el acto de entrega de galardones promovido por la Xunta de Galicia, que contó también con la intervención del presidente de la institución Alfonso Rueda, del Conselleiro de Cultura, Educación, Formación Profesional y Universidades, Román Rodríguez y de los rectores de las universidades de A Coruña y Vigo.

Antonio López apuntó queos premios á excelencia académica son un estímulo tanto pola dotación económica como pola súa propia filosofía ao recoñecer o traballo ben feito, a dedicación e a constancia. Detrás de cifras chamativas sustentadas en expedientes sobresalientes e excelentes, está o traballo constante, a responsabilidade e o esforzo individual por alcanzar un alto rendemento académico e, sobre todo, o aproveitamento dos recursos públicos que poñemos ao alcance dos futuros titulados e tituladas”.

El rector destacó, además, que “o alumnado recoñecido aliméntanos a seguir dando o mellor como institucións de ensino superior, porque obríganos a buscar sempre a marxe de mellora e así ofrecerlle a mellor formación posible”.

Iago Mora Arcas (23 años, A Coruña) logró en el citado curso el mejor expediente de la Universidad de Santiago con una nota media de 10, cuando cursaba el tercer año del grado de Filosofía en Praga, de Erasmus. Ya en el curso 18/19 había conseguido el Premio Excelencia Académica al conseguir una nota media de 9,76. En estos momentos cursa un máster en Teoría Política en Londres gracias a una beca de La Caixa. “El anuncio del premio me pilló de sorpresa porque como van con retraso ya me había olvidado y porque hubo años en los que no se podía optar a estos galardones si estabas de intercambio”, comenta Iago a este medio.

Decidió apostar por Filosofía a pesar de no tener las ideas muy claras. “Me llamaba la atención que era una carrera amplia y variada, que va desde la lógica hasta la antropología y metafísica, entre otros campos, y en general la experiencia fue buena”, asegura. Añade, además, que gracias a profundizar en varias áreas se dio cuenta que lo que le iba a interesar era Teoría Política.

El premio asciende a mil euros, con 500 euros más para los 188 mejores expedientes, entre los que está Iago Moras, y algo que valora positivamente. “Hay otros muchos premios que no tienen ninguna dotación económica y hay que tener en cuenta que los estudiantes vamos justos de presupuesto”, dice. Al respecto comenta que se debe tener en cuenta este reconocimiento ya que en “otras comunidades no existen”.

Al mismo tiempo pretende dejar constancia de que “seguramente haya gente muy buena que por circunstancias de la vida no puedan tener tan buenas notas”.

Otra de las premiadas de la institución compostelana fue Marta Casais Vidal (22 años, Boiro). En su caso el reconocimiento fue por acadar una nota media de 9,5 en el segundo año de carrera –en la actualidad está en el último curso–. “Para min foi unha sorpresa e unha alegría. Estou pensando en facer un máster en Granada, Madrid ou Barcelona e posiblemente despois o doutoramento, e este recoñecemento axuda a seguir avanzando nos estudos e tamén a solicitar unha bolsa”, cuenta. En su caso también recibió 1.500 euros, “unha cantidade importante xa que cada vez o custo da vida é máis alto e resulta máis difícil estudar”. Estuvo los cuatro años viviendo en un piso en Santiago con otros cinco compañeros, y en ese sentido dice que para ella es fundamental recibir el apoyo económico de sus padres.

Marta llegó al grado de Filosofía con la mente abierta, “para probar se me gustaba ou non”, tal y como transmite. Ya en su último año asegura estar contenta con la elección. “Penso que me levo unha boa experiencia pero é verdade que o grao ten certas carencias que habería que resolver como a reforma do grao, ademais de ver as prioridades actuais do alumnado”, menciona. A pesar de eso, la boirense consiguió que los estudios le sirvieran como “unha iniciación á investigación en Filosofía.