Monseñor Prieto reafirma su “comunión” con el Papa y pide luz para avanzar por el buen camino

El nuevo arzobispo presentó a Francisco una invitación de la Archidiócesis para que visite Santiago

El santo padre hizo entrega del palio al titular de la Mitra compostelana, que le será impuesto en la Catedral por el nuncio

Monseñor Francisco Prieto, ayer, con el palio en una caja de regalo tras entregárselo el Papa en San Pedro del Vaticano

Monseñor Francisco Prieto, ayer, con el palio en una caja de regalo tras entregárselo el Papa en San Pedro del Vaticano / arzobispado de santiago

El nuevo arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto, recibió ayer de manos del papa Francisco el palio de metropolitano en el transcurso de una ceremonia que tuvo lugar en la Basílica de San Pedro del Vaticano. Con motivo de la fiesta de los apóstoles San Pedro y San Pablo, el santo padre recibió en la Santa Sede a los arzobispos metropolitanos nombrados en el último año, un total de 32 prelados, entre los que se encontraban cuatro españoles. A mayores del titular de la Mitra compostelana, recibieron también el palio los nuevos arzobispos de Madrid; monseñor José Cobo Cano; Valencia, monseñor Enrique Benavent; y Granada, monseñor José María Gil Tamayo.

Monseñor Prieto concelebró con el papa Francisco en la solemne ceremonia que tuvo lugar en la Basílica vaticana, durante la cual el sumo pontífice bendijo los palios, la estola de lana blanca y seis cruces negras que otorga autoridad, que luego entregó a los 32 nuevos arzobispos metropolitanos, procedentes de archidiócesis de todo el mundo. La imposición de los mismos se llevará a cabo en las respectivas catedrales de cada prelado, en una liturgia presidida por el nuncio apostólico de cada país. Antiguamente este rito lo realizaba el propio papa en la fiesta de San Pedro y San Pablo, pero Francisco ha decidido cambiarlo, con el fin de que los fieles de las diferentes iglesias puedan ser testigos del mismo.

“El papa Francisco nos recuerda que la Iglesia mira estos dos gigantes de la fe (San Pedro y San Pablo) y ve a dos apóstoles que liberaron la fuerza del Evangelio en el mundo, solo porque antes fueron liberados por su encuentro con Cristo”, manifestó ayer el arzobispo de Santiago, antes de apuntar que su estancia en Roma es “un buen momento y ocasión para orar y pedir al Señor que ilumine a los pastores de la Iglesia y de manera especial al Papa, a Pedro en su ministerio entre nosotros. Que la fuerza del Espíritu siga haciendo que en él toda su vida y entrega sea confirmar en la fe a todos los cristianos a lo largo de todos los tiempos”.

Monseñor Prieto también agradeció la “oportunidad de celebrar junto al santo padre en la Basílica de San Pedro” la festividad de ambos santos, en la que también recibió de sus manos el palio, “símbolo de comunión con el Papa y que representa la potestad y el ministerio de los arzobispos en sus iglesias particulares, en comunión fraterna con los hermanos obispos de la provincia eclesiástica”, matizó el prelado santiagués.

El de ayer fue el primer encuentro oficial del papa Francisco con monseñor Prieto como arzobispo de Santiago. El prelado trasladó al obispo de Roma su gratitud por la confianza depositada en él para esta misión y también aprovechó la ocasión para recordarle al pontífice argentino que la invitación para visitar Compostela sigue sobre la mesa.

Por su parte, el papa Francisco tuvo ayer muy presente a las gentes de Ucrania. Imploró a los fieles que “no se cansen de rezar por la paz” y afirmó también que el pueblo ucraniano está “cada día en su corazón”. “No nos cansemos de rezar por la paz, especialmente por el pueblo ucraniano, que está cada día en mi corazón”, dijo el pontífice al término del rezo del Ángelus, con motivo de la festividad de San Pedro y San Pablo.

La tradicional celebración por el día de ambos apóstoles, fiesta local en Roma, coincidió con la presencia en Moscú del enviado especial por la paz en la guerra de Ucrania, cardenal Matteo Zuppi, quien se reunió ayer con el patriarca ruso, Cirilo, como avanzó la Iglesia Ortodoxa de Rusia. En su homilía en San Pedro, el papa Francisco invitó a “llevar al Señor Jesús a todas partes, con humildad y alegría: en nuestra ciudad de Roma, en nuestras familias, en las relaciones y en los barrios, en la sociedad civil, en la Iglesia, en la política, en el mundo entero, especialmente allí donde acechan la pobreza, la degradación y la marginación”.

Entre los 5.000 asistentes —según el recuento de la Santa Sede— a la misa, estuvo una delegación del Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, a quienes el pontífice saludó al final de la homilía e invitó a “avanzar juntos” en fraternidad.

A los nuevos arzobispos les pidió que “sean apóstoles como Pedro y Pablo. Sean discípulos en el seguimiento y apóstoles en el anuncio, lleven la belleza del Evangelio a todas partes, junto con el Pueblo de Dios”.

Francisco presidió la eucaristía apenas dos semanas después de recibir el alta tras ser operado por una hernia en Roma. En la liturgia, como dicta la tradición, el Papa bendijo frente a la tumba de San Pedro los palios que llevarán los nuevos obispos, una indumentaria compuesta por estolas de lana blanca con seis cruces de seda negra o roja que se portan sobre el pecho y hombros.