Compostela sufre un déficit de 74 agentes en sus plantillas policiales, el 16 % de lo que le corresponde

La tasa de reposición en el cuerpo municipal estuvo años bloqueada pese a una oleada de jubilaciones y ahora no logra reforzarse pese a las nuevas incorporaciones

El SUP reivindica el estatus de comisaría provincial

Agentes de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía, ayer, durante una patrulla en la plaza de Praterías, en la zona vieja

Agentes de la UIP del Cuerpo Nacional de Policía, ayer, durante una patrulla en la plaza de Praterías, en la zona vieja / Antonio Hernández

Santiago cuenta con 384 agentes policiales en plantilla, un 16 % menos de los que le correspondería en base a los catálogos oficiales. El Cuerpo Nacional de Policía dispone de 248 funcionarios, frente a los 278 que tiene adjudicados en Compostela, mientras que la Policía Local está conformada en estos momentos por 136 efectivos, cuando el departamento municipal debería tener en realidad 180. Ambos cuerpos sufren un déficit de 30 y 44 policías, respectivamente, es decir, hay unas 74 plazas vacantes actualmente.

Desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP) indican que “la situación no es la peor”, sin embargo remarcan que hay que tener en cuenta que Santiago es una ciudad que, a mayores de su población habitual, cuenta con un enorme flujo de turistas, al que hay que sumar la actividad que genera la Universidade, durante el curso y la Xunta.

El SUP incide en su reivindicación histórica de que la Comisaría compostelana eleve su estatus a provincial, para contar con recursos que ahora no tiene, como por ejemplo la Unidad de Intervención Policial, los conocidos popularmente como antidisturbios; ya que en Compostela se depende de las unidades con base en A Coruña y Vigo, que, cada vez que son requeridas por cuestiones como alteraciones del orden público o acontecimientos excepcionales, deben desplazarse a la capital gallega. Ahora mismo la unidad está desplegada en la ciudad, teniendo en cuenta la alta afluencia de visitantes.

Santiago, recuerda el Sindicato Unificado de Policía, también carece de la denominada Policía Aérea, la unidad especializada del CNP que se encarga de controlar operaciones programadas por las distintas compañías aéreas, así como de la coordinación de las distintas gestoras de espacio aéreo y diversas organizaciones. Además, tiene como objetivo investigar todos aquellos avistamientos de aeronaves no tripuladas en su demarcación policial. Pese a ser Lavacolla el principal aeropuerto de Galicia, este depende de Alvedro.

El SUP recuerda que el anterior alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, y también el actual líder de la oposición, Borja Verea, le manifestaron su apoyo a la hora de reivindicar que la Comisaría de Santiago eleve su estatus a dependencias provinciales, de manera que pueda contar con todos los recursos que tiene una capital de provincia: “Es de sentido común, teniendo en cuenta que esta es la capital de Galicia; y que además de ser una ciudad turística, cuenta con toda la actividad que supone ser sede de la administración autonómica”, subraya el sindicato policial.

Este verano, como es habitual, la plantilla del CNP está reforzada por los agentes en prácticas, que compensan las ausencias por vacaciones. En total a Santiago le fueron adjudicados esta temporada estival 21 efectivos en prácticas, dieciséis policías y cinco de la escala de inspectores.

A las carencias del Cuerpo Nacional de Policía se suman las de la Policía Local, que al menos en lo que respecta a personal no goza de una buena situación. Todo lo contrario: actualmente solo están cubiertas 136 de las 180 plazas que tiene el catálogo municipal, lo que implica hacer encaje de bolillos en muchas ocasiones para que los diferentes turnos estén cubiertos. Fuentes policiales señalan que esta situación se debe al bloqueo que sufrió durante años la tasa de reposición, mientras se producía una “oleada masiva de jubilaciones anticipadas”. Ahora, afortunadamente, ya no es así, puesto que cuando se produce una jubilación esa plaza es cubierta por otro policía de manera automática.

Las fuentes consultadas señalan que “ya no solo la plantilla actual es insuficiente para hacer frente a las necesidades de una ciudad como Santiago”, sino que incluso el catálogo de 180 plazas “se quedaría corto”. Como el SUP, desde la Policía Local inciden en que Santiago soporta una carga muy superior a la población empadronada: la actividad de la Xunta, de la Universidade y la turística. “No llegarían ni 200 agentes, por lo que el déficit real sería de unos 70 agentes, eso como mínimo”, indican las fuentes policiales.

Una de las propuestas que se manejaron en los últimos meses para aliviar esta carencia fue la de integrar auxiliares en la plantilla, una medida que ha generado un rechazo en buena parte del cuerpo, teniendo en cuenta que, “sin menospreciar a los auxiliares, es por todos sabido que no tienen las competencias, puesto que su formación se limita a un curso de 24 horas en la Academia”, señalan las fuentes. Al tiempo, apuntan que “se trata de un perfil que puede dar buen resultado en municipios pequeños, donde lo que prima es la presencia de un uniforme, pero nosotros creemos que Santiago se merece otra Policía Local, un cuerpo que disponga de todos los recursos para hacer frente a cualquier desafío que pueda surgir”.

La principal consecuencia de que la plantilla cuente con tan solo 136 efectivos es que muchas veces hay serias dificultades para dotar de patrullas cada turno: “Si no llega a ser por la predisposición de los policías, algunos jueves por la noche solo habría una patrulla para toda la ciudad y lo mismo pasaría algunos fines de semana”, aseguran las fuentes.

Recuerdan que la ciudad contaba en 2003 con una plantilla de 176 agentes de Policía Local, pero una oleada de jubilaciones anticipadas en un periodo en el que la tasa de reposición no contemplaba este fenómeno dejó para siempre mermado el cuadro de personal. Ahora, pese a que cuando un agente se jubila su plaza es cubierta, existe el déficit que se generó cuando no era posible. El pasado enero se incorporaron a la Policía Local nueve agentes, dos mujeres y siete hombres, pero no llegaron para reforzar la plantilla sino para cubrir las vacantes que dejaron compañeros que se jubilaron. Lo cierto es que la reposición de la plantilla es una cuestión compleja, un desafío para el nuevo gobierno local.

Sistema de trabajo que permita la conciliación

La Policía Local de Santiago reclama al Concello un nuevo sistema de trabajo que posibilite la conciliación familiar. Los sindicatos policiales negociarán próximamente con el gobierno bipartito un nuevo modelo que permita concentrar horas de trabajos y organizar los turnos de manera que no se produzcan jornadas partidas, que haya libranzas pese a celebrarse grandes acontecimientos en Santiago y que haya una previsión de libranzas mejor organizada.

Desde el cuerpo indican que el sistema de trabajo actual se remonta a 1978 y “no se adapta ni al número de efectivos que hay ahora ni tampoco a las necesidades de la ciudad, además de suponer un lastre para la conciliación familiar”, señalan fuentes policiales. Sostienen que la propuesta que plantean pasa por la creación de turnos de ocho horas y no supondría un sobrecoste para las arcas municipales, sino que se trataría de adaptar los recursos actuales a las necesidades del servicio y también a los derechos de los funcionarios policiales en cuanto a la conciliación familiar