Más de 450.000 gallegos podrán participar en un estudio científico pionero sobre la gripe

Comprobar si la vacuna reforzada de la gripe que ya se está administrando a los mayores de 80 años en Galicia tiene la misma eficacia en el grupo de edad de entre 65 y 79 años y, en base a los resultados, optar por administrarles ésta en lugar de la estándar, ése es el principal objetivo del proyecto GalFlu, impulsado por el Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS) y la Consellería de Sanidade, y que arrancará con el propio ensayo a partir del día 26, cuando comience la campaña de vacunación de covid y gripe para esta franja de edad en los grandes recintos gallegos.

Se trata de un estudio pionero impulsado por el Grupo de Xenética, Vacinas e enfermidades infecciosas del IDIS que dirige el doctor Federico Martinón, quien en rueda de prensa durante la presentación destacó que Galicia “es el único sitio que creemos que cumple todos los requisitos para poder hacer este estudio sobre una infección respiratoria de origen vírico que produce epidemias anuales a nivel mundial”.

Tras resaltar que su puesta en marcha es un ejemplo de “colaboración entre lo público y lo académico”, indicó que este proyecto “conceptualmente es sencillo porque lo que queremos es comparar si entre estas dos vacunas, que ya están aprobadas, que se están utilizando y de hecho forman parte de la oferta de vacunas en la campaña actual de la gripe en Galicia, la reforzada presenta ventajas adicionales sobre la tradicional en términos de proteger ante posibles complicaciones a las personas de entre 65 y 79 años”.

Para ello, se invitará a más de 450.000 personas de ese grupo poblacional a participar en el ensayo clínico de forma voluntaria cuando reciban el aviso para irse a vacunar de gripe y covid. De entre los que opten por participar, la mitad recibirán la vacuna estándar y el resto la reforzada, algo que se decidirá de forma aleatoria informáticamente. Los voluntarios que reciban esta última no tendrán que hacer nada más una vez sean vacunados, puesto que serán los integrantes del proyecto -más de 150 investigadores- los que harán un seguimiento especial de su historia clínica electrónica.

No se trata de vigilar posibles reacciones adversas, algo que descartó la directora xeral de Saúde Pública, Carmen Durán, quien recordó que las dos vacunas que forman parte de este ensayo están incluidas en el calendario y la reforzada es la tercera temporada en la que se está administrando a los de mayor edad.

Sobre la elección de Galicia para impulsar este proyecto pionero, del que “solo tenemos conocimiento de que se haya llevado a cabo uno de similares características en Dinamarca”, el también jefe de Pediatría del Clínico compostelano admitió que para “realizar esto que es un reto desde un punto de vista logístico, necesitamos incluir a un número tan elevado de personas que precisamos la participación de toda la comunidad y un sistema de salud pública y de vigilancia fuerte como el que tenemos”.

Añadió que también se precisa de experiencia, de “capacidad para hacer este tipo de ensayos, y esa experiencia la tenemos desde el IDIS, donde se han puesto en práctica más de 130 ensayos clínicos relacionados con las vacunas”, así como “un sistema robusto que nos permita tener información tanto sobre hospitalizaciones como de la vigencia de la gripe, y eso está demostrado, al igual que poder disponer de un sistema de vacunación que permita llegar a la población, y es algo que también hemos demostrado, batiendo cada año todos los récords, tanto en covid, como en gripe, donde nos situamos en los techos en cuanto a la vacunación de adultos”.

Todo ello ha llevado a que “Galicia, que además es una comunidad que claramente apuesta por las vacunas tanto desde el punto de vista administrativo como de la gestión, con el calendario vacunal más completo y avanzado del mundo, algo que es una realidad objetiva, sea pionera en la puesta en marcha de un ensayo de estas características”.

El objetivo es que, de los 450.000 gallegos de entre 65 y 79 años que serán llamados en las próximas semanas, unos 50.000 se animen a participar en esta campaña, y en la de 2024-2025 se añadirían otras 50.000, de forma que “por los cálculos estadísticos nos permitan determinar con certeza y con seguridad si hay diferencias o no entre estas vacunas”.

No obstante, Federico Martinón indicó que aunque en principio el proyecto se plantea para estas dos campañas, “si en ésta alcanzamos el objetivo muestral necesario y la potencia estadística, a lo mejor ya tenemos la información que necesitamos”.

Insistió en que lo importante “es conseguir que la gente participe de forma masiva en este estudio, que es sencillo y utiliza vacunas que ya están en uso, y recalcar que el que participa no tiene nada que perder”.

En la rueda de prensa, en la que también estuvo la directora de la Fundación Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago, Isabel Lista, Carmen Durán reivindicó el papel “pionero” del Sergas en la vacunación, tanto desde la pandemia de covid-19 como con su calendario vacunal, que es “el más completo del mundo”.

Aprovechó para poner en valor la respuesta por parte de la ciudadanía gallega a estas campañas, puesto que en la del año pasado “el 76% de la población se vacunó de la gripe, batiendo récords a nivel estatal ya que solo hubo una comunidad con nuestras cifras, y a medida que avanzaba la edad, el porcentaje aumentaba, a más del 80% por ejemplo en el caso de los de entre 78 y 80 años”.

Con respecto a esta edición, afirmó que los datos de este lunes recogían 55.000 gallegos vacunados de covid y 58.500 de gripe, “una diferencia debida fundamentalmente a que aquellas personas que han pasado el covid deben esperar tres meses para poder vacunarse”.

Consideró que los resultados de este estudio supondrán “una herramienta de gestión muy importante para las futuras decisiones en cuanto a las campañas de vacunación”, ya que de lo que se trata es de averiguar si la vacuna reforzada de la gripe, más cara pero que se ha demostrado eficaz en los mayores de 80, refleja también unos datos mayores de efectividad con respecto a la estándar en los de entre 65 y 79 años en relación a variables como la carga asistencial o el índice de hospitalización.