El tráfico del aeropuerto de Lavacolla se ralentiza ante las obras de reparación de la pista de rodaje

Aena invierte dos millones de euros para adecuar el carril auxiliar a las distancias exigidas en la última certificación del Rosalía de Castro

Se retirarán los ‘fingers’ y pasarelas de la antigua terminal y se derribará el viejo edificio de bomberos

Los trabajos se extenderán hasta final de año y se están realizando por fases para evitar colapsos de tránsito

Avión despegando ayer en la pista principal de Lavacolla, ante la calle de rodadura cerrada con una barrera de elementos pláscticos debido a las obras de mejora

Avión despegando ayer en la pista principal de Lavacolla, ante la calle de rodadura cerrada con una barrera de elementos pláscticos debido a las obras de mejora / Antonio Hernández

Quienes vuelen con frecuencia desde o hacia el aeropuerto de Lavacolla se habrán dado cuenta de que últimamente se han producido varios cambios en las maniobras de despegue y aterrizaje. El principal motivo es el cierre por obras de la denominada calle de rodadura, la cual permite conectar las zonas de hangares y terminal con la pista principal. Se trata de una la vía paralela al carril de aterrizaje por la que circulan los aviones tras tomar tierra y para acceder a la terminal o bien para desplazarse a uno de los extremos de la infraestructura antes para levantar vuelo. 

El cierre de la calle de rodaje implica que las aeronaves tengan que hacer todas las maniobras, también las complementarias al aterrizaje o despegue, sobre la pista principal, por lo que las obras ya están generando una ralentización en la gestión del tráfico aéreo. Consultado por EL CORREO GALLEGO, Aena, el gestor aeroportuario, explica que los trabajos que se están realizando en la infraestructura consisten en la adecuación de los márgenes de la pista, la calle de rodaje y las pendientes en las áreas de seguridad de extremo de pista (RESA). El objetivo principal de esta inversión de dos millones de euros, detalla Aena, es la adecuación de las calles de rodaje a las distancias requeridas en la certificación del aeropuerto Rosalía de Castro, para lo que se ampliará el pavimento existente en las calles de rodaje que entroncan con la pista, con la rodadura y con la plataforma de estacionamiento de aeronaves. 

También se adecuará el drenaje y las pendientes conforme a normativa, se pavimentarán nuevas zonas, se soterrarán canalizaciones y se instalarán luces de eje y señalización horizontal en la cabecera 35 de la pista, es decir, la más próxima al Concello de Boqueixón. La obra fue adjudicada a la UTE Martín Holgado Obra Civil - Contratas Vilor SL por un importe bruto de 2,06 millones de euros (1,7 netos). Las obras comenzaron en diciembre de 2022 y está previsto que terminen a finales de este año. Los trabajos se están realizando por fases de manera que afecten lo mínimo posible al tráfico aéreo.

Incumplimientos detectados.

Se ha determinado la necesidad de estos trabajos en base a los incumplimientos detectados durante el marco de la certificación del aeropuerto en cuanto a la distancia libre entre el borde exterior del tren principal de los aviones y el borde de la calle de rodaje en varios de sus puntos. También se ha urgido la adecuación del drenaje superficial y pendientes conforme a la normativa en varias de las conexiones de la pista principal con la calle de rodadura y sus accesos 

Además, se procederá a la pavimentación de la isleta situada entre las calles T, D-3, R y D-4 con pavimento no resistente y soterramiento de las canalizaciones.

También se procederá a la retirada definitiva de los fingers y pre-pasarelas de la antigua terminal, al cerramiento de los huecos creados en el antiguo edificio y a la adecuación de la zona una vez terminadas las demoliciones del antiguo edificio del servicio de extinción de incendios proyectadas en un expediente anterior. Por otro lado, el proyecto contempla el fresado y reposición del firme del vial desde el control de acceso ZR hasta el nuevo edificio de bomberos, incluyendo una nueva señalización horizontal y vertical. Además, se ejecutará la pavimentación de los viales de servicio S-1 y S-2 y la ampliación del radio de giro para la adecuación a la correcta operación de vehículos aeroportuarios.

También se procederá a la adecuación del drenaje superficial y conexión con el drenaje profundo existente en las zonas afectadas; así como a la reposición de la señalización horizontal, el balizamiento afectado, arquetas, trafos, letreros y el resto de instalaciones afectadas. Se repararán las arquetas existentes en las proximidades del eje de las calles D3 y D4, que se encuentran en estado de deterioro; y se adecuará la zona en la que se ubicaba el antiguo edificio de bomberos. También se instalarán piquetes frangibles cada 100 metros aproximadamente a lo largo de la franja de pista, quedando la ubicación exacta y la distancia al eje de la pista por definir en fase de obra; y se retirará el antiguo vallado de áreas críticas.

“Poden ser 14 millas máis, o que significa prever un maior espazo de tempo entre as aeronaves”

La controladora aérea del aeropuerto de Lavacolla Susana Romero justifica el hecho de que las obras de la calle de rodadura provoquen una ralentización del tráfico aéreo en el aeródromo de la capital gallega: “Poden ser 14 millas máis, o que significa prever un maior espazo de tempo entre as aeronaves”, explica la experta, en referencia al trayecto que tienen que hacer los aviones a mayores en cada operación de despegue o aterrizaje debido a los trabajos en la vía de rodaje. Consultada por EL CORREO, Romero añade que la actuación “aumenta a separación entre arribadas, porque para abandonar pista (e entrar) as aeronaves teñen que entrar pola pista e rodar por ela en lugar de pola de rodadura”.

En aeropuertos pequeños, como el de Vigo o A Coruña, esta circunstancia no supone un mayor problema, debido a su bajo tráfico aéreo. De hecho, ninguna de las dos terminales cuenta con calle de rodadura y es la pista principal la que absorbe la totalidad de las maniobras. En aeropuertos grandes, como el de Madrid o Barcelona, no disponer de esta infraestructura supondría un grave perjuicio a la hora de organizar el tráfico aéreo.