“Buscaré la coordinación con una atención primaria participativa”

Al frente del Servicio de Dermatología del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago desde mediados de enero, Ángeles Flórez vuelve a un área en la que ya había estado hace 22 años, y con un equipo humano que considera una de las grandes fortalezas del servicio.

¿Qué objetivos más inmediatos se plantea como jefa del Servicio Dermatología del CHUS?

Considero fundamental afianzar la coordinación con Atención Primaria, hacerla partícipe de la toma de decisiones, que esté totalmente integrada en el servicio; así como el desarrollo de unidades especializadas dentro de lo que es la asistencia en dermatología, y potenciar los proyectos de investigación e innovación sanitaria. Además, es importante trabajar en políticas de educación hacia la ciudadanía, en prevención primaria y secundaria.  

Habla de unidades especializadas, ¿en cuáles quiere poner el foco?

En unidades especializadas de dermatología pediátrica, la enfermedad inmunomediada, o en las relacionadas en olas prevalentes en nuestro entorno, como la psoriasis y dermatitis atópica, fundamentalmente, hidroasedinitis supurativa, y lesiones pigmentadas y cáncer cutáneo y melanoma de inicio. Es un proyecto a medio plazo, y evidentemente habrá que ir poco a poco en función de las demandas de asistencia y de cómo vaya evolucionando el conocimiento de la especialidad. Entonces, igual hay que ir gestionando otras consultas monográficas o unidades especializadas. Éste es un capítulo abierto. 

¿Cómo se ha encontrado el servicio de medios ante estos retos?

Es un gran servicio. Evidentemente, siempre va a haber que incorporar equipación nueva, pero es algo que es un proceso constante, independientemente de la entrada de nuevas jefaturas, puesto que la tecnología se actualiza, cambia y mejora. En ese sentido, pues sí que esperaremos continuar, como ya venían haciendo, renovando la tecnología del servicio y añadiendo nueva que se incorporará en el futuro. 

¿Qué opinión le merecen las instalaciones, puesto que alguna vez se había hablado de falta de espacio?

El espacio siempre es un recurso muy necesario y estamos evaluando los espacios del servicio para ver si es necesario hacer una ampliación, pero eso es algo que está ahora mismo en proceso de evaluación.

¿Y la dotación de personal?

Yo creo que la dotación de personal del servicio es uno de sus puntos fuertes porque es un personal muy formado, cualificado y con ganas de entrar en nuevos proyectos y de trabajar en innovación. El servicio está bien dotado en el capítulo de personal. A medio plazo habrá que ver porque la dermatología es una especialidad en la que ha habido una revolución en los últimos veinte años con la irrupción de la tecnología, tanto en lo referido a la innovación terapéutica como con lo que es en sí mismo en cuanto a equipamiento. Todo ello, sumado a la subespecialización porque el conocimiento se ha desarrollado de una forma exponencial, lleva a que siempre deba ir acompañado del factor humano, puesto que si no es imposible. Por lo tanto, ahora está bien, pero en el futuro quizás sea necesario incrementar la dotación de personal. 

¿Qué diferencias observa respecto a la jefatura en Pontevedra?

Responder a esa pregunta implicaría comparar dos servicios completamente diferentes porque la población que atendemos aquí es muy superior. Éste es un centro de tercer nivel que se encuentra ubicado en un entorno universitario. El reto asistencial en Santiago evidentemente es muy alto, y al estar en un hospital de tercer nivel, universitario, debe apostar por situarse a la vanguardia en todos los aspectos de la máxima complejidad relacionados con la dermatología.  

Habla de situarse a la vanguardia, ¿apostando por la investigación?

Exactamente, es un capítulo muy importante en el desarrollo de las unidades especializadas, en el de la relación con la atención primaria, que es muy importante para estar a la vanguardia y para que el circuito funcione bien. En el futuro quizás la introducción de herramientas de inteligencia artificial ayudarán al triaje y a la monitorización de una respuesta terapéutica. Otro apartado muy importante es la relación con la ciudadanía, la educación para la salud o en prevención primaria y secundaria, como también lo es la relación con las asociaciones de pacientes, que el enfermo esté en el centro, que sea partícipe. Y, por supuesto, para la investigación contamos con el IDIS, con la Universidade de Santiago y con todos los centros de los que se dispone y que favorecen una investigación de calidad a nivel nacional e internacional. 

Incide en la importancia de la atención primaria, ¿por qué?

Queremos coordinar la atención de forma conjunta porque el médico de atención primaria es quien va a decidir si el paciente necesita o no una derivación especializada, y hay que trabajar en esos criterios, en que esa derivación sea ágil, resolutiva, que la respuesta siempre aporte, y luego hacer proyectos conjuntos con ellos.

Llevaba varias líneas de investigación en el instituto sanitario de Galicia sur, ¿seguirá con ellas?

Es la idea, y fundamentalmente las relacionadas con las enfermedades inmunomediadas, psoriasis, hidroasedinitis supurativa y dermatitis atópica, que además esta última es la más prevalente en las poblaciones de piel blanca, al igual que la psoriasis, si bien en la mayoría de los casos en formas leves o moderadas. También en lo que tiene que ver con lesiones pigmentadas y melanoma.

Está muy involucrada en la sensibilización frente al melanoma tanto a nivel estatal como europeo, ¿queda aún mucho por recorrer?

Se han dado muchos pasos, pero siempre hay espacio para mejoras en la educación y prevención. 

Ficha personal

Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Oviedo, es doctora en Medicina y Cirugía por la USC. Se formó en Dermatología Médico-Quirúrgica y Venereología como residente del CHUS y se incorporó a Dermatología de Pontevedra, donde ha sido jefa del servicio desde 2016. Diploma de posgrado en Gestión Clínica, Dugesclín II. Fundación Gaspar Casal, Pompeu Fabra, es miembro de la junta directiva de la Academia Española de Dermatología y del consejo asesor de la Fundación Piel Sana, así como coordinadora nacional de la campaña Euromelanoma. Su actividad investigadora se ha desarrollado en el ámbito de la dermatología clínica, y tanto en el contexto de las enfermedades inmunomediadas, como en el ámbito del cáncer cutáneo. Ha trabajado en 28 proyectos de investigación e innovación sanitaria, de los cuales ha sido investigadora principal en 10, y 3 de ellos financiados en convocatorias competitivas de administraciones o entidades públicas, además de investigadora principal en 50 ensayos clínicos multicéntricos internacionales.

Es autora de 167 artículos científicos revisados por pares, de los cuales 103 recogidos en el Journal Citation Report, 13 capítulos de libros y 220 trabajos presentados en congresos avalados por sociedades científicas, 60 de ámbito internacional. Ha recibido diez premios.

Es revisora de las principales revistas científicas vinculadas a la dermatología y editora invitada de la revista Cancers.