Entrevista | Xabier Díaz Músico y profesor

"Mi relación con Tanxugueiras y quienes hacen música nueva se basa en el cariño mutuo"

El músico afincado en Brión actúa este sábado en Santiago y el domingo en A Coruña, con entradas agotadas

Presenta Axúdame a sentir, el nuevo disco de su caminar como Xabier Diaz e Adufeiras de Salitre

El músico folk Xabier Díaz en una terraza de la Rúa do Vilar, días antes de su concierto en Santiago

El músico folk Xabier Díaz en una terraza de la Rúa do Vilar, días antes de su concierto en Santiago / Antonio Hernández

Xabier Díaz (A Coruña, 22 de agosto de 1969), grande de la escena folk, da un concierto este sábado en Santiago (Auditorio de Galicia, 20:30 h.) con las entradas agotadas, como lo están para este domingo (14 de abril) en el Teatro Colón de A Coruña. Presenta Axúdame a sentir, el nuevo disco de su caminar como Xabier Diaz e Adufeiras de Salitre.

Xabier atiende a EL CORREO GALLEGO con la serenidad que le da saber que la música tradicional gallega ya fue popular fuera antes del actual bum de Tanxugueiras, como él probó con Berrogüetto (con ellos de 2008 a 2014) y que, por encima de modas, pervive la labor diaria de esas asociaciones populares que él conoce bien, como la coruñesa Xacarandaina u otras más acadmeicas por las que pasño igualmente, como Nova Galega de Danza. Más que un músico, Xabier es un alma inquieta sin prisas. Cantante, compositor, investigador en tierra de recollidas por la Galicia profunda, bailador, gaiteiro, maestro de la pandeireta... sus chaquetas llevan siempre coderas porque no para aunque le vean quieto y con los ojos cerrados en un prado del Bríon donde vive o en la terraza de un entorno monumental o urbano. Xabier Díaz late y le gusta hacerlo en plural.

_Pocas cosas como actuar en Santiago, al lado de donde vive, ¿no?

_Claro, hacer conciertos en Santiago y A Coruña, es como jugar en casa. Siempre digo que en casa los goles valen el doble, pero la próxima semana, que vamos a Asturias y Bilbao, y luego a León y Zamora, ahí es donde hay que meter goles. Aquí, por suerte, desde hace mucho tiempo, la gente nos va demostrando cariño, y estamos muy agradecidos. Para Santiago hay alguna sorpresa que, como tal, no desvelaré, y la formación varía una miguiña con respecto a las ultimas visitas que hicimos: va con nosotros un Virxilio da Silva, un guitarrista que viene del jazz, y también del rock and roll, y la puesta en escena también es distinta. La gente que está acostumbrada a vernos en directo se va a encontrar ciertas mudanzas, que son necesarias porque también nos sirven como aliciente.

_En este quinto disco aparece en la portada, y en el primer álbum de esta etapa como Xabier Diaz e Adufeiras de Salitre (The Tambourine Man, 2015), también, ¿es casual?

_La foto de la portada de Axúdame a sentir, es de Carlos Abal, y aparezco rodeado de mis Stratocaster pero esa coincidencia no fue premeditada...

_Igual tiene que ver con que está en el mejor momento de su carrera deportiva, como de... sacar pecho sin estridencia, pero mostrando orgullo por lo caminado hasta hoy.

Estamos en un momento de cierta madurez, en el que ya se fueron acumulando algunas alegrías y ya fuimos perfeccionando nuestra metodología, tanto para hacer discos como para hacer directos y, sí es verdad que uno siente estar viviendo esa cierta madurez. Y si además la gente, después de todos estos años de compromiso, nos da ese tipo de alegrías como acudir a nuestros conciertos, pues, uno siente una cierta plenitud serena, que es muy agradable y muy grata.

_Aparte de la imagen clásica suya con una pandeireta en las manos, hay otra, la de Fran Sieira, bailando a brazos abiertos en el vídeo del nuevo tema Maneo náufrago, que retrata igual de bien su carrera.

_Es curioso porque recuerdo a Fran cuando él tenía ocho o nueve años y empezaba a bailar en las agrupaciones de Ribeira, en Tahúme, y era extraordinario ver a aquel pequeño, llamaba poderosamente la atención en los, concursos que se hacían en A Coruña o Santiago. Yo entonces bailaba con Xacarandaina y reencontrarnos luego viendo su madurez y su actual plenitud artística, es un regalo. Fuimos manteniendo una cierta relación a distancia y cuando pensé en buscar algún acompañante para el videoclip de Maneo náufrago, pensé en alguien que entendiera ese baile tradicional pero que también lo viviera desde una transición, desde una suerte de metamorfosis como yo viví en la música tradicional y creo que fue un acierto contar con él.

_Ante el bum de las Tanxugueiras, que impulsa la llegada de grupos emergentes como Fillas de Cassandra, parece que eso que se suele decir de que a las generaciones de jóvenes de entre 15 y 20 años les corresponde cierta actitud punk de matar simbolicamente a madres y padres creativos, da paso en la escena folk de Galicia a que puentes tremendos recíprocos entre distintas generaciones.

_Sí, y eso es maravilloso, es lo mejor que nos podía pasar.

_¿Y dónde está la clave de eso?

_Supongo que habrá mucho de insistencia de quienes hicimos música en las generaciones anteriores, supongo que somos empecinados y seguimos todavía pensando que tenemos cosas que decir. Y es obvio, además que hay una diferencia notable en que venimos del siglo anterior y nuestra manera de mirar la música aún respira aquella manera de hacer música un poco diferente, menos urgente, menos rápida o menos instantánea y luego están todas estas mozas y todos estos mozos que están haciendo música en clave del siglo XXI, absolutamente digitalizados y adaptados a la velocidad del tiempo que nos toca correr, y creo que es lo normal y lo natural. Lo raro, sería invertir los papeles. Me parece que lo que está pasando es maravilloso, y, por otra parte, tengo un gran cariño tanto por las Tanxugueiras como por el resto de mozos y mozas que están haciendo música nueva, y al mismo tiempo, siento de su parte mucho cariño. Es una relación fundamentada sobre todo en el cariño y en el respeto.

_¿Se siente hoy más cercano a nivel lírico al perfil de cantautor que hace ocho o nueve años cuando le asociábamos muchos más a la parte más formativa y divulgativa?

_Nunca fui demasiado cantautor, en el sentido de que, hasta este último disco, donde sí asumí una parte fundamental de la creación de las líricas, siempre fui esquivando bastante esa responsabilidad de escribir, no sé por qué, pero siempre me sentí muy cómodo rehaciendo la música que caía en mis manos en aquellos años de recollida pero igualmente creo que esté disco quizá sea un punto de inflexión, creo que cada vez más tengo que asumir la responsabilidad de escribir, como algo necesario para mudar de una manera determinante lo que quiero decir, el discurso que quiero mantener. Probablemente, este disco sea un punto de inflexión, pero, insisto, no me veo desde fuera como una especie de cantautor, más que nada como un músico popular al que le gusta la música de su lugar, el lugar en el que nació y que sigue, de alguna manera, insistiendo en darle una forma muy personal, con mi identidad y mi forma de ver las cosas.

_Este disco reivindica la cercanía de Asturias y León, y el último Premio Nacional de Música fue para un astur que vivió años en Galicia, Rodrigo Cuevas, ¿el Noroeste puxa?

_Totalmente. Ahí, nos anticipamos algo a esa jugada. Nuestro antepenúltimo disco, Noró (2018), tenía como subtítulo: Algunhas músicas do norte, porque intuía que, en algún momento, iba a explotar este Noroeste musical. Todo es cuestión de necesidad, es decir, se estaba etiquetando a toda la Península como la música del Sur única y exclusivamente, y nosotros éramos conscientes de que aquí hay un patrimonio inmaterial colosal que en algún momento se iba a manifestar en nuevas formas musicales y es lo que está pasando tanto con Rodrigo, que es amigo, y, por extensión, con todas y todos los que están haciendo música en el Noroeste.