Reyes sin miedo a la navegación o la nieve fueron vitoreados en toda la comarca

Sus Majestades recorrieron las aldeas de ayuntamientos como Brión, en bus de época, pero también Oroso, Rois o Trazo

Ya en el municipio de Boiro presentaron sus respetos a los usuarios del centro de día 

Los Magos de Oriente a su llegada a los pabellones municipales de Ames

Los Magos de Oriente a su llegada a los pabellones municipales de Ames / Concello

No hay obstáculos que puedan con los Reyes de Oriente, que se volvieron a multiplicar (por algo son magos) para llegar en pesquero a Camariñas, en bus de época a Brión o en medio de una intensa nevada provocada por el Concello de Frades, donde medio millar de vecinos les esperaban. Toda la comarca fue un hervidero de familias expectantes por vitorearlos en sus recorridos a la espera de los bien merecidos regalos.

Llegada a Camariñas de Sus Majestades a bordo de un pesquero

Llegada a Camariñas de Sus Majestades a bordo de un pesquero / Concello

De esta forma, los vecinos de Camariñas honraron a Sus Majestades facilitándoles la travesía marítima y puerto seguro para su entrada en Costa da Morte. En Brión, a su vez, aprovecharon el bus que les cedió el regidor para protagonizar una intensa jornada y llegar a todas las parroquias, al igual que hicieron en municipios como Trazo, Oroso o Rois.

Boiro, ya en Barbanza, fue otro de los ayuntamientos donde la gente se volcó, y los monarcas tuvieron el gesto de presentar sus respetos a los usuarios del centro de día local.

Los Reyes Magos en su visita al centro de día de Boiro

Los Reyes Magos en su visita al centro de día de Boiro / Concello

Igualmente, Ames fue marco de una de las visitas más concurridas, y la administración local calcula que cerca de 1.200 chavales estuvieron en las recepciones que protagonizaron en los dos pabellones el pasado viernes. Además, recogieron las cartas de los pequeños maianos. 

 Pero a Melchor, Gaspar y Baltasar aún les quedó tiempo de alcanzar municipios como Vedra sin apenas despeinarse. Allí comprobaron el cariño que les profesan los 300 lugareños que no dudaron en compartir la fiesta real en A Estación. Y en Padrón, otra de las villas conocidas por su apego a las visitas reales, encabezaron una colorida caravana.