Sanmartín reclamará la tasa turística a la Xunta ya en los primeros días del mandato

El Gobierno saliente decidió no entregar el estudio de la USC hasta que pasasen las elecciones

La futura alcaldesa confía en que Rueda apoye la propuesta de Santiago para un gravamen de entre 0,5 y 2,5 euros

Turistas sentadas en las escaleras de la Praza de A Quintana de Santiago /jesús prieto

Turistas sentadas en las escaleras de la Praza de A Quintana de Santiago /jesús prieto / natalia sequeiro

La tasa turística lleva tiempo funcionando en otros territorios. En Francia, una ley generalizó su uso en 1919, después de que los municipios con balnearios empezasen a aplicarla para mejorar sus infraestructuras. En Estados Unidos, donde numerosas ciudades la tienen implantanda, el debate comenzó ya en los años 70. En Santiago, la creación de un pequeño tributo que se aplique a los que pernocten en la ciudad lleva encima de la mesa desde hace seis años. Pero todavía no es seguro que se materialice. La nacionalista Goretti Sanmartín, que el próximo 17 de junio tomará el bastón de mando municipal, fija entre las tareas para sus primeros días del mandato remitir la propuesta encargada por la anterior corporación municipal a la Xunta.

“Es necesaria porque existen una serie de gastos derivados del turismo, que tiene muchos aspectos positivos, pero también tiene algunos prejuicios para la ciudad”, recalca Sanmartín. “Nadie deja de venir a la ciudad por tener una tasa turística y por lo menos contribuir a eses gastos que genera el turismo”, defiende. La futura alcaldesa cree que con la recaudación se podría contribuir a mejorar la limpieza, la seguridad, la rehabilitación o tener abierto el patrimonio a la población. Sanmartín considera que la tasa turística “no puede esperar más tiempo” y, por lo tanto, se lo solicitará a la Xunta tan pronto como sea posible.

Para que el Concello pueda implantarla, primero tiene que existir una legislación autonómica que regule el marco general. La idea de la tasa turística surgió durante el mandato de Compostela Aberta, pero la Xunta en manos de Alberto Núñez Feijóo se cerró en banda argumentando que se frenaría el turismo en la ciudad. Con la llegada de Alfonso Rueda a San Caetano, la puerta se entreabrió.

Tras el primer encuentro con el alcalde Xosé Sánchez Bugallo, el presidente autónomico se comprometió a estudiar la propuesta que remitiese el Ayuntamiento compostelano. La cita se produjo en noviembre del año pasado, pero la Xunta todavía no la ha recibido. “Pepe Bugallo, con el cual además creo que tuvimos una buena relación institucional e hicimos bastantes cosas, me dijo que me la iba a mandar y hasta hoy”, afirmó Rueda recientemente en una entrevista publicada en EL CORREO GALLEGO.

A finales de abril, la actual corporación municipal presentó al sector de la hostelería de la capital gallega el estudio encargado a la Universidadade de Santiago de Compostela. El informe proponía un gravamen de entre los 0,5 euros y los 2,5 € de máximo por día. Lo abonarían los turistas que pernocten en Santiago, incluidos también los que se alojen en pisos turísticos. Las arcas municipales podrían recibir gracias a la tasa entre 2,5 y 3 millones extra cada año.

Con el documento ya realizado, se esperaba que Raxoi lo remitiese a la Administración gallega. Pero desde el Concello explican que se “decidió no remitirlo a la Xunta hasta pasado el proceso electoral”. Justo en el momento en que el informe se daba a conocer a los hosteleros, el presidente autonómico había tachado de “electoralista” la medida. “Ahora, una vez celebradas las elecciones municipales será responsabilidad del nuevo gobierno”, apuntan desde Raxoi.

Sanmartín toma el testigo y asegura que será uno de los asuntos que aborde con el presidente de la Xunta. La nacionalista explica que todavía no se ha reunido con el Gobierno saliente para abordar el traspaso de poderes. “Puede haber una revisión del informe, pero vamos a poner encima de la mesa que la tasa turística se tiene que aprobar de manera inmediata en este mandato”, indica. “Sólo nos falta por saber si hay alguna otra opción encima de la mesa o alguna otra propuesta que el Gobierno anterior quisiese trasladar, pero en principio vamos a remitir ese informe, que es el que conocemos”, indica la futura alcaldesa.

Sanmartín afirma que “les vale” el estudio de la USC, que será “un punto de partida”, pero precisa que a lo mejor no es exactamente lo que al final acaba aprobado. “Tenemos que conocer todos los puntos de vista, no tenemos todos los documentos del traspaso de poderes, ni una conversación con el Gobierno que sale para conocer si había otras posibilidades encima de la mesa”, argumenta.

Optimismo

La nacionalista se muestra optimista y cree que Rueda aceptará la propuesta de Santiago. “No es una tasa obligatoria para todo el mundo, es algo que se pone encima de la mesa, y luego cada ayuntamiento va a tomar sus propias decisiones”, recalca Sanmartín. “Entedemos que lo lógico es que diga que sí”, explica. Tras el encuentro con Bugallo en noviembre, Rueda se mostró dispuesto a valorar la tramitación de una propuesta de ley que introdujese en Galicia la implantación de una tasa turística voluntaria, para los municipios que la pidan, pero precisó que no sería de extensión general. El presidente pidió conocer esas circunstancias y, al detalle, en qué consistiría esa tasa, a quién afectaría, cómo se modularía y qué importe tendría. El estudio de la USC da las respuestas. Propone una tasa que varía de los 0,5 euros para personas que pernocten en pensiones y hostales hasta los 2,5 euros para alojamientos de cinco estrellas o de lujo. Los autores del informe proponen, además, que este gravamen sólo se aplique en los municipios declarados de gran impacto turístico o de gran impacto turístico estacional. Contemplan también la denominada tasa de excursionistas que se exigiría a los viajeros que llegan en autobuses, que, a su vez, se instalan en la explanada de Xoán XXIII. Sostienen, además, que este impuesto “no influiría en la elasticidad de la demanda del turismo en Compostela” y sería muy positivo porque “tiene una gran potencialidad recaudatoria”. Como ejemplo citan las cifras de Cataluña, donde “los datos de recaudación han sido muy significativos”, hasta 42, 5 millones en 2019. “Las cifras confirman, pues, la idoneidad de la implantación de un impuesto de estas características aprobado por ley del Parlamento de Galicia”, concluye el informe.