Oncomet lidera la investigación en oncología con más de cincuenta ensayos clínicos activos

El grupo santiagués, de referencia en toda España, centra sus trabajos internacionales en cáncer de mama, pulmón y colorrectal

Entre sus líneas innovadoras, la inmunoterapia con el desarrollo de vacunas y terapias conjugadas

Luis León, Rafael López, Rosa López, Cristina Blanco, Silvia García y Estiban Méndez

Luis León, Rafael López, Rosa López, Cristina Blanco, Silvia García y Estiban Méndez / Antonio hernández

Más de medio centenar de ensayos clínicos activos, agrupados en el cáncer de mama, de pulmón y colorrectal —por la elevada prevalencia de este tipo de tumores en la población—, pero también algunos sobre melanomas, sarcomas o ginecológicos centran la labor investigadora del grupo de Oncología Médica Traslacional del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago (IDIS). El centro es uno de los referentes en un campo en el que España es el segundo país del mundo en reclutamiento de ensayos clínicos en oncología. Muchos de ellos en nuestro país únicamente se ponen en marcha en el Clínico, a menudo en colaboración con equipos internacionales, sobre todo de Estados Unidos y de Europa.

Entre los más avanzados, los ensayos sobre inmunoterapia que incluyen el uso de vacunas a pacientes que ya han sido sometidos a cirugía para evitar la reproducción del cáncer y las terapias conjugadas. Su objetivo en la mayor parte de los casos, conseguir un fármaco útil frente a una determinada patología, de ahí que “el 99 % de los promotores de estos ensayos formen parte de la industria farmacéutica”, explica el máximo responsable de este grupo del IDIS, el doctor Rafael López, en conversación con este periódico junto a los miembros de su equipo Luis León, Silvia García, Rosa López, Cristina Blanco y Estiban Méndez.

El también jefe de Oncología Médica del Complexo Hospitalario Universitario de Santiago señala que “es así porque ellos son los que tienen los fármacos y las patentes, y se necesita una estructura mucho mayor de lo que pensamos para los ensayos, además del trabajo burocrático”.

El camino se inicia con estudios en los laboratorios y con animales para intentar conocer al máximo el futuro de ese fármaco y, una vez que todo está en orden, se solicita el permiso a los comités para probarlo en humanos. A partir de ahí, según indica el doctor López, “arranca la fase uno, en la que se busca ver la seguridad del fármaco y dónde se estudia en muy pocos pacientes, en la fase dos se estudia la eficacia, y en la tres se compararía con el tratamiento actual para ver cuál es mejor, tanto en eficacia como en tolerancia, y si es mejor a nivel económico, se busca comparar el estándar con el nuevo”.

La fase cuatro sería la de la comercialización del nuevo producto, un proceso al que se llega tras haber pasado por un prolongado período de tiempo que puede variar mucho en función de la investigación y es que, como subraya este equipo, los tiempos de la sociedad y de los medios no son los del ámbito científico.

Centrados en conseguir las mejores opciones terapéuticas para sus enfermos, el jefe de Sección de Investigación e Innovación en Oncología del CHUS, el doctor Luis León, considera que “hay que ser cautos porque una cosa es que podamos ofrecer un estudio y que los pacientes participen en él, pero en el mejor de los casos el beneficio va a tardar años en producirse y extenderse al resto de la población, y a veces sí que vemos en prensa resultados que parecen fantásticos o anuncios de soluciones mágicas, cuando la investigación precisa de mucho tiempo, y debe garantizar que el tratamiento es eficaz y seguro”.

Insiste en que “cuando hablamos de plazos, generamos expectativas que no son realistas”, y destaca “el altruismo del paciente que participa en el ensayo clínico, ya que algunas veces sí podrá beneficiarse de los resultados, pero otras el conocimiento que se adquiere con su participación será útil para otras personas”.

Y es que “la mejor opción para un enfermo con cáncer es incluirse en un ensayo clínico”, apunta el doctor Rafael López, y añade que “probablemente se ahorren millones de euros al servicio de salud pública porque toda la asistencia que se presta durante el tiempo del ensayo clínico corre a cargo de la farmacéutica”.

La enfermera Cristina Blanco, coordinadora de ensayos clínicos de oncología, destaca el elevado nivel de personalización de los ensayos, “cada vez más individualizados”, y subraya que en el CHUS la investigación es una parte de la asistencia clínica.

Juan Abarca, presidente de Fundación IDIS; Marta Villanueva, directora general de Fundación IDIS y Ángel de Benito, Secretario General de Fundación IDIS

Juan Abarca, presidente de Fundación IDIS; Marta Villanueva, directora general de Fundación IDIS y Ángel de Benito, Secretario General de Fundación IDIS

Investigadores en una España que es absolutamente deficitaria en cuanto a inversión en ciencia, los miembros del equipo de Oncomet creen que las administraciones públicas tienen en su mano disminuir las trabas burocráticas que a diario deben enfrentar. “Deben facilitar los ensayos clínicos y eliminar todas esas barreras administrativas que no tienen sentido”, indica el doctor Rafael López, quien además aboga por “que haya personal dedicado específicamente a tareas de investigación en la propia plantilla”, y pone como ejemplo el caso del doctor Luis León, único en Galicia con cargo de jefe de Investigación “porque hay que darle visibilidad y la importancia que merece a esta faceta; tenemos la práctica asistencial, pero también la investigadora”.

Referentes en el ámbito de la biopsia líquida, algo desconocido en 2009 cuando iniciaron esta senda y que hoy está en casi todos los ensayos, el oncólogo y principal investigador de Oncomet recuerda que “España empezó muy potente con la biopsia líquida, pero se ha frenado por las crisis que llevamos enlazando, porque somos un país que no prioriza la inversión en investigación y sanidad y porque otros han estado más espabilados que nosotros”.

Recuerda que la implicación de la sociedad fue excepcional, ya que llegaron a recaudar 800.000 euros en la campaña que emprendieron en 2015, y afirma que “estamos acelerando para alcanzar a los que nos han tomado la delantera porque la biopsia líquida se está imponiendo como una herramienta principal en el manejo de la oncología de precisión”.

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Buena prueba de la fortaleza del grupo de Oncología Médica Trasnacional en el campo investigador es el hecho de que el Clínico compostelano es el único hospital gallego y uno de los pocos en toda España que cuenta con una unidad específica acreditada para ensayos clínicos en fases tempranas.

Una acreditación que debe ser renovada anualmente tras pasar todos los controles de una auditoría, según explica la doctora Rosa López, responsable de la Unidad de Ensayos Clínicos de Oncología en el CHUS.

Preguntados sobre si creen que realmente su ingente trabajo se conoce de puertas hacia afuera, entienden que cada vez más, incluso ya antes de la pandemia en la que el mundo puso el foco sobre los investigadores en busca de una respuesta a un letal enemigo.

Rosa López habla de un significativo cambio con el uso de las nuevas tecnologías, en parte gracias a las cuales “hoy los pacientes son proactivos, buscan en diferentes aplicaciones en qué ensayos pueden participar y en qué centros del mundo se están llevando a cabo”.

También Oncomet, como recuerda Estiban Méndez -miembro del personal técnico-, cuenta con “una página web en la que tenemos todos nuestros ensayos clínicos, y a través de la que el paciente puede ponerse en contacto con nosotros para que le orientemos sobre si puede participar en alguno o no”, y recalca que “somos rápidos en contestar, normalmente en un plazo de 24 horas le damos una respuesta sobre si es candidato a alguno de nuestros ensayos clínicos o no”.