“Siempre hubo problemas entre peregrinos y ciudadanía, pero ahora se pueden minimizar”

Gonzalo Mato, de Q.E.D. Estudios de Herencia Cultural, cree que en Santiago debería de incrementar la vigilancia y formar a los vecinos en la importancia del patrimonio local

Los investigadores Gonzalo Mata y Alma López crearon Q.E.D. en septiembre del año pasado

Los investigadores Gonzalo Mata y Alma López crearon Q.E.D. en septiembre del año pasado / Cedida

Q.E.D. Estudios de Herencia Cultural, como una iniciativa ligada al estudio y conservación del patrimonio cultural, nació en septiembre del año pasado de la mano de los investigadores Gonzalo Mata y Alma López, quienes apreciaron “que en el campo del patrimonio cultural había una laguna grande de servicios que prestar a las administraciones y entidades privadas”. Así lo explica a este medio Gonzalo Mato.

Su formación pasa por doctorados, licenciaturas y grados en Historia, Historia del Arte, Filosofía, Antropología y Psicología; así como especializaciones en arqueología, autentificación de obras de arte, diagnóstico artístico, fotografía, tasación y dirección de seguridad. Tras la creación de la empresa se fueron especializando en algunos campos como el de dirección de seguridad, la traslación de obras de arte y proyectos museísticos, la accesibilidad cognitiva e intelectual a los museos, etc.

Están presentes en Santiago, aunque no tienen una sede física, pero trabajan a nivel nacional. “Disponemos de un despacho con un ordenador, una cámara fotográfica y un equipo de investigación técnica”, detalla.

Por el momento en la ciudad no han podido realizar ninguna actuación, al no poder contactar con la corporación municipal. “En su día nos presentamos al Consorcio y le gustaron las ideas, pero nos dijeron que no tienen fondos”, dice, a lo que añade: “Habíamos tenido una conversación con Goretti Sanmartín antes de las elecciones, quien nos mostró su apoyo, pero una vez entró en la alcaldía no hubo más encuentros”. Desde la empresa aseguran haber enviado correos electrónicos al concejal de Ciudad Histórica, a la concejala de Turismo y a la alcaldía, sin obtener ningún tipo de respuesta.

Su objetivo era que su voz y trabajo contribuyan a “revertir y mejorar la vida cultural compostelana”, ofreciendo propuestas diversas que contribuyan a poner una posible solución a la actual problemática turística de Compostela.

Para Gonzalo Mata está claro que existe un claro, pero la clave es saber cómo abordarlo. “Siempre hubo problemas entre el cabildo y la ciudadanía, entre la ciudadanía y los peregrinos y entre los peregrinos y la iglesia. El caso es que ahora estamos en el siglo XXI y hay medidas para abordarlos y atajarlos, o por lo menos minimizarlos”, confirma.

Sobre la iniciativa del ayuntamiento de la guía de buenas prácticas la define como “errónea” al no llegar a los ciudadanos. Es consciente de que el mensaje tiene que llegar al público, por lo que “si haces pancartas en gallego e en inglés con un texto larguísimo que nadie va a leer y las colocas en lugares que apenas se leen” la medida no va a ser efectiva.

En referencia a la tasa turística, y fuera de la parte económica, el investigador considera que si el importe va a redundar en beneficios para la ciudadanía y/o para minimizar el impacto de los turistas “va a ser positiva”. Si se va a destinar a terceros fines ajenos “lo veríamos mal”.

En este punto, habla de una “mala relación” con las instituciones. “Una cosa que desde nuestro punto de vista es inadmisible es que los ciudadanos de Santiago no puedan acceder a las instituciones museísticas de modo gratuito”, recrimina.

Desde Q.E.D. aprecian como el ayuntamiento trata de sensibilizar a la gente “porque piensa que la puede educar”, cuando las circunstancias no se dan. “Esto funciona con un bajo porcentaje de la población ya que no puedes educar a alguien que no tiene una cultura de base”, dice.

Con todo para Santiago proponen sensibilizar y formar a la gente local “para que entienda el valor que tiene el patrimonio y en cierta medida presione sobre los turistas” y en segundo lugar, aumentar la vigilancia “muy notablemente” de la zona monumental. Reparando en la acción pedagógica ven viable sensibilizar a los peregrinos a lo largo del Camino. “Podría hablarse con los ayuntamientos por los que pasa el Camino y llevar a cabo iniciativas que sensibilicen el patrimonio”, declara.

Desde Q.E.D. confían en que en los próximos cuatro años el ayuntamiento les dé una respuesta. “Estaremos encantados de extender la mano, ayudar a Santiago, al patrimonio y a la ciudadanía”, concluye.