LOS EFECTOS DE LA TROMBA DE AGUA

Inundaciones en comercios de Santiago: "Las alcantarillas estaban llenas de hojas, estamos tirando la mercancía"

El Gadis de Fray Rosendo Salvado está cerrado al público mientras sus empleados tratan de arreglar los desperfectos de la tromba de agua caída en la tarde del miércoles

El la zona vieja también se registraron múltiples problemas

Santiago anegada pola chegada do temporal

Javier Rosende Novo

La tromba de agua que cayó este miércoles en Compostela -entre 25 y 30 litros por metro cuadrado en apenas unos minutos- no solo anegó zonas 'acostumbradas' a sufrir las consecuencias de las lluvias intensas, como rúa do Franco o el instituto Rosalía de Castro. Numerosos comercios se vieron afectados por "unas lluvias que no son normales, que suceden una vez cada 10 años", según explica José Ángel Docobo, director del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la USC. En la zona vieja también se registraron múltiples problemas. En el cruce entre las calles Ramón Cabanillas y Frei Rosendo Salvado se produjo una balsa de agua de tal magnitud que la riada acabó entrando en un supermercado.

Las trabajadoras del Gadis de Fray Rosendo Salvado se afanan esta mañana en limpiar el establecimiento afectado por las intensas lluvias caídas en las últimas horas en Santiago. El establecimiento comercial está cerrado al público ante los desperfectos causados por la tromba de agua que dejó múltiples incidencias en la ciudad. "Empezó a llover deberían de ser las siete y poco de la tarde. Acto seguido, como las alcantarillas estaban todas llenas de hojas y porquería sin limpiar, el agua cogió altura por mi tobillo", explica Jessica, encargada de la tienda. "Hay mercancía que se está tirando, estamos limpiando", prosigue.

En el Gadis de la zona nueva aún no han tenido tiempo para hacer recuento de las pérdidas. "Desde las siete de la tarde, no hay venta, ahora se tiene también que parar y además hay mercancía afectada, la gente está arreglando las neveras que también se estropearon", relata Jessica.

La encargada del supermercado tuvo que meterse en medio del agua estancada para levantar con un gancho la alcantarilla y que se pudiese vaciar el agua. Reclama al Concello que se mantengan limpias. "Tienen que encargarse de limpiar y mandar gente para que haga su trabajo, no es normal que el agua coja la altura que cogió", lamenta. Denuncia que deberían aprovecharse las escampadas para limpiar el alcantarillado y que nadie del grupo de gobierno se acercase hasta la zona, "el único que estuvo por aquí fue Borja Verea", afirma. Y agradece la labor de los Bomberos, "que estuvieron con nosotras sacando el agua con las escobas".

En la zona del Sar, el restaurante O Sendeiro se vio obligado a cerrar debido a las inundaciones. Se vieron obligados a cerrar el local con 25 personas en ese momento para cenar, cancelaron todas las reservas y sus responsables estiman las pérdidas generales en unos mil euros. Ahora será el Consorcio el que valore de qué desperfectos puede hacerse cargo.

El restaurante está ubicado en la intersección entre las calles de Sar y del Olvido, que padece habitualmente anegaciones debido al arroyo que discurre por la zona trasera de las viviendas. Aunque en esta ocasión el agua entró desde la calle Olvido y a pesar de las barreras metálicas de que disponen las casas que habitualmente se inundan. Cristina Mujico, vecina de esta rúa explica que el problema "viene de tiempos de nuestros abuelos en esta calle, baja el agua de los Pexigos y Castron Douro y las arquetas sin limpiar, incluso con hierbas y tierra que se ven perfectamente".

Sobre la compuerta metálica de que dispone, Cristina explica que debe "tener la compuerta en la puerta y verme obligada a saltar cada vez que entro y salgo de casa con una niña pequeña" e insiste en que "si entra el agua hay que tirar las cosas que se mojan porque el agua está llena de lodo, limpiar los muebles y la puerta de madera estropeados por la humedad".

Problemas en la zona vieja

Josito de la pensión Hortas, explica que es la primera vez que le entra agua en el establecimiento. Empezó a entrar por el cuadro de la luz que está a la altura de la calle. "Tuve que hacer un boquete para que desaguara y limpiar todo, estaba todo el suelo encharcado", apunta. El propietario del local teme que haya sido dañado el pladur de las paredes por culpa de la lluvia, pero consultado con el seguro, todavía "hay que dejar pasar tiempo para ver si hay daños", explica.

Las tiendas de souvenirs del Franco tampoco se vieron libres del aluvión. En el establecimiento Avieira "el agua entró hasta el almacén", cuenta Carmen, aunque afortunadamente no sufrió pérdidas en sus mercancías ni mayores daños que tener que limpiar, aunque lamenta la habitualidad de estas situaciones. Lo mismo ocurre en otras dos tiendas contiguas, en una de las cuales el enfado es mayúsculo, al sentirse abandona no solo por el Concello sino también por los medios de comunicación.

La avenida produjo una espectacular catarata que circula por TikTok desde Correos hasta el aparcamiento de San Clemente. Los bares de la zona permanecían ayer cerrados y no sufrieron daños, el más perjudicado, el aparcamiento subterráneo de uno de los edificios de la zona, que a las 12 h. todavía estaba eliminando el agua de la noche anterior, a pesar de que los bomberos acudieron a ayudar este miércoles.

Interior del supermercado afectado por las lluvias en Santiago

Interior del supermercado afectado por las lluvias en Santiago / Javier Rosende Novo

IES Rosalía y Seminario Menor también sufrieron percances

Los centros de enseñanza no se vieron libres de las complicaciones ocasionadas por las intensas lluvias. En el primer caso, el aluvión que baja desde Santa Susana provoca frecuentes problemas, la acera de la entrada principal del centro debe estar rebajada, por cuestiones de accesibilidad, y el alcantarillado de la zona no es suficiente, por lo que en el IES Rosalía de Castro ya llevan años tratando el problema con el Concello, sin que hasta ahora se haya dado una solución.

Responsables del centro explican, que estuvieron limpiando agua y lodo, junto a las trabajadoras de la limpieza, tanto los docentes como los propios alumnos.

El otro centro que sufrió incidencias fue el Seminario Menor de la Asunción, cuyo jardín sufrió un desprendimiento de tierra en la parte alta de la calle Camiño da Ameixaga. Una situación que obligó a cortar el tráfico de subida (la calle tiene habitualmente esta dirección única) y permitir el tránsito de bajada. Durante la noche, los cuerpos de Bomberos se dedicaron a despejar el asfalto y esta mañana se podía circular casi con normalidad, salvo a la altura del desprendimiento, donde una pequeña área de la carretera permanecía vallada.

Vehículos atrapados en las balsas de agua

Los Bomberos tuvieron este miércoles una jornada maratoniana ante las múltiples llamadas de auxilio recibidas, entre ellas las de varios conductores que tuvieron que ser rescatados tras quedar sus vehículos sumergidos en las balsas de agua que se formaron en diferentes puntos de la ciudad. Durante la mañana de este jueves, las fuertes lluvias caídas también están generando complicaciones.