SOS de un vecino de Santiago que teme perder su casa por una orden de derribo

Santiago Regueiro tenía licencia para rehabilitar una vivienda antigua en Carballal, pero como no le aguantaban los muros la tuvo que rehacer

Asegura que no consigue reponer la legalidad urbanística pese a haber presentado tres proyectos

El Concello sostiene que no incluyó en ninguno el retranqueo de la fachada que linda con la finca de al lado

Santiago Regueiro Alvariño frente a su casa de Lamas de Carballal, en Santiago, sobre la que pesa una orden de derribo de Urbanismo

Santiago Regueiro Alvariño frente a su casa de Lamas de Carballal, en Santiago, sobre la que pesa una orden de derribo de Urbanismo / David Suárez

Santiago Regueiro Alvariño ya no sabe qué hacer ni a quién recurrir para evitar contemplar cómo todo el esfuerzo de una vida se viene abajo de un plumazo. Una orden de derribo amenaza su casa, ubicada en el lugar de Lamas de Carballal (San Xulián de Carballal; Santiago), desde mayo de 2019; y cada día que pasa sin conseguir una solución supone correr el riesgo de perder el hogar familiar o seguir engrosando la lista de multas que no cesan de llegarle. Cuando en 2015 le concedieron una licencia de rehabilitación para tratar de poner en pie una casa ruinosa que había adquirido años antes, Santiago no se podía imaginar que la inversión de su vida acabaría convirtiéndose en un gran dolor de cabeza.

“Despois de concedernos a licenza de rehabilitación se comezou a traballar na casa, pero ao pouco démonos de conta de que as paredes da casa vella non aguantaban e víñanse abaixo. Ao falalo co que entón era arquitecto municipal díxonos que as botáramos abaixo e que salváramos o que se puidera”, explica Santiago Regueiro en conversación con EL CORREO, mientras muestra el pequeño murete que solo se pudo conservar de la edificación antigua, colindante con la parcela de al lado.

De la casa antigua solo se ha podido conservar un pequeño trozo del muro lateral

De la casa antigua solo se ha podido conservar un pequeño trozo del muro lateral / David Suárez

Pese a estas dificultades iniciales, este vecino de Santiago decidió continuar con el proyecto y en 2017 consiguió rematar la vivienda unifamiliar. Santiago estaba satisfecho con la obra, pero al cabo de unos meses recibió una muy mala noticia. El vecino de la casa de al lado le había denunciado, asegurando que la rehabilitación se había tratado en realidad de una nueva construcción para la que no tenía licencia de obra

El vecino, que había hecho fotos de todo el proceso de las obras y no dijo nada hasta que el inmueble estuvo terminado, presentó una demanda ante el departamento de Urbanismo del Concello de Santiago, en la que alegaba que al haberse caído los muros y tratarse de una nueva construcción la casa no podía levantarse en la misma ubicación que estaba la otra, puesto que habría que dejar dos metros de separación con la propiedad colindante, cuando la casa vieja (sobre la que se construyó la actual) solo estaba a unos ochenta centímetros. 

La denuncia del vecino de Regueiro conllevó la apertura de un expediente por parte del departamento de Urbanismo, que en mayo de 2019 determinó que la vivienda unifamiliar ubicada en el número 15 de Lamas de Carballal debía ser derribada. La orden de derribo solo fue el inicio de un auténtico calvario de trámites para Santiago Regueiro, que desde ese momento está tratando por todos los medios de recuperar la legalidad urbanística para su vivienda.

Presentamos tres proxectos distintos firmados por dous arquitectos e todos viñeron denegados”, señala el vecino, que apunta que sobre la casa pesa una hipoteca que sigue pagando: “Aínda nos quedan 120.000 euros por pagar”, asegura. Santiago está dispuesto a hacer los cambios necesarios en la casa con tal de conseguir la licencia de obra que se le exige y poder salvar la propiedad. En todo este tiempo, desde el momento que recibió la orden de derribo, ha sido sancionado en varias ocasiones por el incumplimiento de la orden: el importe de las multas (muestra todos los documentos a EL CORREO) ya supera los seis mil euros

Casa ubicada en Lamas de Carballal sobre la que pesa una orden de derribo

Casa ubicada en Lamas de Carballal sobre la que pesa una orden de derribo / David Suárez

Además, en enero de este año, después de recibir un requerimiento, Santiago y su mujer han tenido que abandonar la casa. Desde entonces viven con su hijo en Santa Comba, puesto que como tienen tres perros les es complicado conseguir un piso de alquiler. El afectado habló con el anterior alcalde, Xosé Sánchez Bugallo, y también con el actual edil de Urbanismo, Iago Lestegás, pero por el momento no se le ha ofrecido ninguna solución para su problema. 

El abogado de la familia, Roberto Ramos, recuerda que “fue el arquitecto municipal quien autorizó, es cierto que de palabra, la substitución del muro de la casa vieja”. Con esto, remarca que su cliente “lleva años tratando de conseguir la reposición de la legalidad urbanística de la vivienda, para lo que se han presentado hasta tres proyectos diferentes, siendo todos denegados por el Concello”. Con esto, sospecha que la intención del departamento de Urbanismo es que “la licencia sea autorizada por vía judicial, para así quitarse el problema de encima”. 

En todo caso, recuerda que “el derribo es una decisión drástica y difícilmente reparable en el caso de que se ejecute la orden”. Subraya que “en estos casos, cuando se trata de la vivienda de una familia, hay que tratar de encontrar la legalidad urbanística por todas las vías posibles antes de llegar al extremo del derribo”.

Versión del Ayuntamiento

Consultado por este diario, el Concello de Santiago señala que en el departamento de Urbanismo constan seis procesos contenciosos sobre este caso, de los que cinco permanecen abiertos. Raxoi indica que hay una sentencia de mayo de 2019 que decreta el derribo de la vivienda unifamiliar, sobre la que los afectados “non presentaron recurso”. En cuanto a los tres proyectos que Santiago Regueiro hizo llegar al Concello para tratar de reponer la legalidad urbanística, desde el Concello señalan que “ningún dos que presentou contempla o retranque da fachada que está a só 80 centímetros da propiedade do veciño, cando debería estar en realidade a dous metros”, una afirmación que niega el afectado, el cual asegura que ya el primero de sus proyectos contemplaba el mencionado retranqueo.

Este diario también ha tenido acceso a una sentencia del Juzgado Contencioso Administrativo nº 1 de Santiago, con fecha 22 de noviembre de 2022, en la que se desestima el recurso presentado por el afectado ante un decreto del Concello en el que se ordena “la paralización de las obras llevadas a cabo por el recurrente al calificarlas de ilegales e ilegalizables, así como la suspensión de los usos (...) de la edificación”.