“Conocer la vida cotidiana es lo mejor de alojarte con familias”

La USC tiene un programa de cursos internacionales en los que estudiantes extranjeros pueden aprender español y vivir con vecinos de la ciudad. Haruka Osawa, Andrew Stueve y Maleehaa Hafiz comparten con EL CORREO su experiencia

Haruka Ozawa, Maleeha Hafiz e Andrew Stueve no Campus / J. prieto

Haruka Ozawa, Maleeha Hafiz e Andrew Stueve no Campus / J. prieto / Jesús Prieto

Desde 1940 la Universidad de Santiago de Compostela (USC) acoge a estudiantes extranjeros que se acercan a la capital gallega para aprender, o completar su aprendizaje de español. Es el caso de Haruka Ozawa, de Japón; Andrew Stueve, de los Estados Unidos; y Maleeha Hafiz, procedente de Bangladés.

Tres alumnos, de diferentes materias y con diversas experiencias dentro del programa de Cursos Internacionales de la Universidad compostelana, que disfrutan de la iniciativa de alojamiento con familias de Santiago y que comparten su experiencia con EL CORREO, junto a la doctora en Turismo idomático de la USC y directora-gerente de dicho programa, Pilar Taboada de Zúñiga.

Andrew lleva apenas unos meses en Santiago, para Haruka esta es su segunda ocasión, aunque la primera vez que formó parte del alumnado de la USC apenas se inició en conversación “porque estaba con otros estudiantes y casi siempre me comunicaba en inglés”, cuenta.

La más veterana en el programa es Maleeha, esta es su quinta vez en la USC “pero otros años venía para un curso de Lengua y Cultura, aquí en cursos internacionales, que siempre disfruté, siempre ha sido una experiencia maravillosa”, explica la estudiante de Bangladés, que este año tiene en Santiago una estancia por 11 meses y que en todas las ocasiones ha optado por el alojamiento con una familia, “cada vez con una familia distinta”.

De esta convivencia en hogares compostelanos los tres alumnos coinciden en destacar como el beneficio más importante “conocer la vida cotidiana”, el aspecto cultural doméstico, cómo se vive en Santiago, la importancia de sentarse juntos a la mesa y conversar. “Creo que es la única manera de aprender el idioma en serio”, apunta Andrew.

Este estadounidense estudiante de Negocios, además de español, también valora especialmente que la gente viva en el centro de la ciudad, y no en las afueras, como sucede en Kansas. Lo peor para él, “no puedo aguantar la lluvia, la lluvia es... Nunca he visto tanta lluvia en mi vida”.

Maleeha en este aspecto tiene menos problema, porque el clima de Bangladés, además de ser cálido también es húmedo y está bajo la influencia de los monzones. Ella valora especialmente la integración entre la población local, “han llegado a preguntarme por la Catedral”, cuenta, a pesar de que su aspecto indique no es de Santiago.

Para Haruka, que está realizando prácticas en un hotel, uno de los aspectos favoritos de su experiencia, dice “es por la mañana, los operarios que trabajan en las obras de la calle vienen para tomar café y entonces hablamos, nos conocemos”, además de practicar el idioma.

Algo que también hace en la casa en la que se aloja, “vivo con una señora española, tiene mucha energía y hablamos mucho” cuenta, y valora que no sólo aprende el idioma, “las palabras”, también se hace una idea “de la manera de vivir”. 

Promoviendo un turismo de calidad: idiomático y cultural

La Oficina de Cursos Internacionales de la USC está constituída como Sociedad Limitada, y en ella el 50% lo aporta la universidad, el 20% la Xunta de Galicia a través de Turismo de Galicia, otro 20% el Concello de Santiago y hay una parte que corresponde a la Asociación de Hostelería de Santiago y Comarca.

Este trabajo entre administraciones se realiza desde los inicios, “ya que queremos implicar a toda la ciudad”, afirma Pilar Taboada de Zúñiga, “porque el impacto económico que tienen nuestros estudiantes en el territorio es muy importante”. 

Taboada de Zúñiga defiende también que este alumnado, no sólo el que acude a los cursos de español sino también a cursos de negocio o cultura que imparte la misma oficina, “es un tipo de turismo cultural, idiomático, menos estacional que otros, también es menos invasivo, más respetuoso, y su impacto económico es largo”.

Se refiere la directora a que la estancia media de un turista cualquiera puede ser de dos o tres días pero “nuestros estudiantes como mínimo están cuatro semanas y pueden estar un año”. Otra ventaja de este tipo de turismo, es para Taboada de Zúñiga que “cuando están aquí reciben la visita de otros turistas, pueden ser familiares o amigos, y esto no se suele dar en otro tipo de turismo”.

Pero para ella lo más destacado, es el elevado índice de “fidelidad con el destino y su alta satisfacción”, afirma la directora, “a lo mejor vuelven a realizar un curso o a estudiar en la USC pero muchas veces vuelven con su familia y además son los grandes prescriptores cuando vuelven a sus países de origen, pues hablan bien de la ciudad”.

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Vivir con una familia. Ya no se trata de una “familia tradicional”, explica la directora-gerente de los Cursos Internacionales, Pilar Taboada de Zúñiga, que destaca que la USC está abierta a la incorporación de nuevas familias que acojan a este alumnado. “Puede ser una persona soltera, una persona con un hijo, unos abuelos, alguien jubilado... Hay mucha gente mayor y esta oportunidad es para ellos un suplemento económico y un acompañamiento”. 

• La estancia. La familia que acoge al estudiante tan sólo debe poner a su disposición un dormitorio y un baño. Si hay alguna condición especial, la Universidad habla directamente con la familia y además “los visitaríamos” periódicamente para ver cómo está siendo la convivencia. Normalmente se ofrece la posibilidad de optar por media pensión (desayuno y cena) o por pensión completa, que incluiría la comida. “La hora de la comida es un momento importante para hablar”, matiza la directora.

• Las actividades. Más allá de la convivencia y de asistir a clase, el programa incluye charlas sobre el Camino, realización de tramos y también visitas, por la ciudad y a otros lugares de Galicia, para que la visión que se lleven los estudiantes sea lo más completa posible.

• Participa. Para sumarse a esta iniciativa y acoger a estudiantes extranjeros de la USC en familia, tan sólo hay que ponerse en contacto con la Oficina de Cursos Internacionales a través del teléfono 881 814 423 o en el correo electrónico cursos.internacionales@usc.es