Entrevista | Javier Veiga Actor, junto a David Amor y Rober Bodegas trae a Santiago este jueves 'Esfinter 3'

“El debate sobre los límites del humor es una involución social”

David Amor, Javier Veiga y Rober Bodegas en una función previa de ‘Esfinter 3’

David Amor, Javier Veiga y Rober Bodegas en una función previa de ‘Esfinter 3’ / LEO LÓPEZ fOTO - ETIQUETA NEGRA

El actor y humorista Javier Veiga Rubirosa (O Grove, Pontevedra, 11 de febrero de 1973) vuelve a Santiago. Lo hace con David Amor y Rober Bodegas. Representan el espectáculo cómico Esfinter 3 este jueves 28 de diciembre en el Auditorio Abanca (Rúa do Preguntoiro), a las 19 h y a 21 h., con entradas a 15 euros. Antes, Javier habla con EL CORREO GALLEGO. Este show que produce Etiqueta Negra va el viernes 29 de diciembre al Auditorio Gaviota - Palexco de A Coruña y el 30 al Teatro Afundación de Vigo.

Al hacer espectáculos seriados, el uno, dos, tres… ¿le estalla a uno la cabeza si mezcla los guiones?

En este caso es peor porque la obra se llama Esfinter 3 pero llevamos con este espectáculo como seis años y vamos repitiendo algunas cosas y cambiando otras, y tengo un descontrol con dudas como “Esto lo conté en Lugo y estamos en Ourense o lo conté en Ourense y hoy estamos en Lugo ”. Lo bueno es que no tiene una estructura fija, cada uno vamos variando cosas en nuestros monólogos, lo cual tiene una parte divertida porque al ver a David y a Roberto descubro cosas nuevas.

¿Quién es el más indisciplinado de los tres al meter morcillas?

David es el más cartesiano, el más disciplinado, Rober cambia de vez en cuando alguna cosa que otra pero a diferencia de otros años, en esta entrega hacemos más cosas juntos los tres en el escenario y hay más hueco para meter más morcillas.

Esto va camino de convertirse en una compañía teatral tricéfala.

Efectivamente, esto ya se ha convertido en una compañía pero en una compañía de villancicos, solo nos falta la zambomba. Ya se puede decir que somos una… compañía estable navideña.

Un cómico me dijo que en Navidad el humor se ablanda.

Cualquier persona que venga a ver el espectáculo que hacemos verá que el título, Esfinter 3, ya avisa e indica que hacemos un humor que es cualquier cosa menos edulcorado. Nosotros no es que nos volvamos moñas, hacemos humor sobre la Navidad, y hacemos sangre sobre ello. Por cierto, en el fondo, ahora ya es casi antiguo meterse con la Navidad, lo original sería decir algo a favor.

¿Es pro Navidad, anti o medio?

Yo soy pro Navidad, absolutamente. Para mí ha sido siempre un buen momento para reunirme con la familia, me encantan las Navidades. Para hacer humor y provocar risas si me meto con la Navidad pero yo soy muy pro Navidad.

De niño el Scalextric no llegó nunca a mi casa, ¿algún regalo de Reyes que no llegase a la suya?

Mis padres tenían un restaurante en O Grove y su época de vacaciones era Navidad, así que de niño pasé todas las Navidades en Canarias y los regalos llegaban a la vuelta. Volvíamos de Canarias a casa con ansia por jugar con los juguetes... Y me marcó el barco pirata de los clicks de Famobil, que se lo regalaron a mi hermano Santi, y yo me moría de envidia pero cuando se lo trajeron se suponía que yo, tres años mayor, ya no tenía edad para eso.

En los últimos cinco años es una constante el debate sobre los límites del humor ¿qué opina?

Que exista este debate lo veo como una involución social y ciudadana, y lo digo no ya como humorista, lo digo como ciudadano. Que una sociedad que se plantea que las palabras tengan que tener límites con toda esta cosa de lo políticamente correctos y que seamos tan bobos de hacer de esto un problema hace que seamos una sociedad mojigata y cada vez más boba si dejamos que la gente a la que le ofenden ciertas cosas marque lo que se puede o no decir, algo que no es propio de una sociedad adulta ni que vaya hacia un buen sitio. Hacer humor de las cosas no lo hace más banal ni va a hacer que el problema sea mayor, más bien la contrario.

En este show hay dos humoristas, Roberto y David, y un actor que también lo es, ¿hay diferencias?

Hay diferencias en el oficio más que en el oficiante. Son parcelas muy distintas, que no tienen mucho que ver y algunos tenemos la suerte de dedicarnos a ambas, entrando y saliendo de una a otra. Son cosas bastante estancas, y los propios gremios son celosos de ello. Y yo siempre me he sentido ajeno a ello porque para los actores soy un humorista y para los humoristas soy un actor, o sea, soy forastero en todas partes.

¿Santiago es de las ciudades donde más fácilmente nos reímos, está en la media o por debajo?

Es cierto que varía de una ciudad a otras. Por ejemplo, Castilla y León es una de las zonas más difíciles. Tiene más que ver con al costumbre de recibir espectáculos de humor que con su idiosincrasia. En Castilla y León está Valladolid que es una ciudad que tiene casi más espectáculos de humor que cualquier otra ciudad española, y allí es más fácil hacer reír. Y en Andalucía, un sitio donde parece fácil hacer humor, hay lugares complicados. En Galicia, en general, hay mucha oferta de humor, hay una gran cantera y hay muchos humoristas gallegos, que además se prodigan mucho y eso hace que Galicia sea de los sitios donde más gusto da trabajar haciendo humor y, aparte, cuando lo haces en gallego y con referencias más locales, el humor se celebra más, porque todo lo que es humor local hace que la respuesta sea, como mínimo, mucho más explosiva, y en Navidad el público suele ser muy festivo, viene entregado, y tendríamos que ser muy malos para que no se divirtiera.

¿Proyectos para 2024?

Espero rodar mi segunda película como director, que ya estoy preparando. No puedo decir más.

¿Se rodará en Galicia?

A diferencia de la primera, Amigos Hasta La Muerte, que se rodó en Ourense, la próxima no se va a rodar en Galicia porque, cuando se sepa su contenido, se verá que es imposible, pero tenemos un proyecto distinto para Galicia de cara a 2025.