Entrevista | Bea Lema Ilustradora y autora de cómics

“El libro se publicó primero en Francia, allí el cómic es una cosa mucho más masiva"

La ilustradora coruñesa presenta el próximo viernes en Santiago un premiado volumen titulado ‘El Cuerpo de Cristo’. Estará en la librería Númax (20 h.) acompañada de la compostelana Teresa Ferreiro

Bea Lema

Bea Lema / Cedida Astiberri

La ilustradora y autora de cómic Bea Lema (A Coruña, 1985) presenta el viernes 19 de enero en Santiago el premiado cómic El Cuerpo de Cristo, editado por Astiberri y ganador en 2023 del Premio del Jurado del Festival BD en Périgord (Francia). Irá a la librería Numax (20 h.), acompañada de la santiaguesa Teresa Ferreiro (dj e ilustradora). El libro parte de uno previo, O corpo de Cristo, galardonado en 2017 con el premio Castelao de la Diputación de A Coruña. En 2022, Bea fue elegida para crecer en la residencia de novela gráfica de la Maison des Auteurs, proyecto de Acción Cultural Española (AC/E) y la Cité Internationale de la Bande Dessinée et de l’image, en colaboración con la Embajada de Francia en España.Así, tras seis meses en La Maison des Auteurs de Angoulême, Bea hiló El Cuerpo de Cristo, un relato autobiográfico sobre un amor madre/hija con el trasfondo del siempre nebuloso mundo de la salud mental como paisaje. Es un cómic valiente donde el qué y el cómo al aunar dibujo y bordados con libertad más allá de la viñeta clásica. Ella misma trabaja ahora para convertir ese libro en un futuro cortometraje con apoyo de Abano Producións y Uniko.

¿Hasta que punto antes del libro hubo un diálogo con el pudor al sacar a la luz esta historia personal?

La motivación para contar la historia surge casi de una necesidad personal de contarme a mí misma esta historia familiar, que gira en torno a la idea que tenemos de la locura.En un primer momento tenía ese impulso de contármelo a mí misma, y el pudor, sí, está ahí, porque contar la historia implica hablar de familiares y de otras personas y, claro, hay dudas, pero me convenció el hecho de que se trate de una historia personal que también es compartida por otras muchas personas, y también es importante hablar de ello.

¿Mostró los bocetos a la familia y demás entorno cercano?

No. Yo no enseño absolutamente nada. Todo fue a raíz del hecho de ganar el premio (Castelao), lo que hizo que ya se tuviera que poner sobre la mesa pero antes no, porque costaba un poco, pero cuando ya hablé de ello el proyecto fue bien recibido, así que esas dudas o ese miedo que yo podría tener... se acabó desvaneciendo.

¿Hubo referentes?

Hubo muchísimas lecturas. Una que para mí fue importante es la del libroEl drama del niño dotado, de Alice Miller, que es psicóloga, y que es un ensayo sobre cómo los traumas infantiles nos afectan en la vida adulta. Me sirvió como punto de partida para ser consciente de que quería contar algo, y después, del entorno de la novela gráfica, Virus tropical, una novela gráfica de la autora colombiana Paola Gaviria, donde habla de su infancia y de su adolescencia. Y, por ejemplo, en cuanto a novelas, me fascinó, Nada se opone a la noche, de Delphine Vigan, que habla también de una experiencia autobiográfica sobre su madre y donde también está muy presente el tema de la locura.

Portada y página interior de 'El cuerpo de Cristo'

Portada y página interior de 'El cuerpo de Cristo' / Astiberri

A todo esto, pese la riqueza de colorido de esta edición, el relato nació en el año 2017 en blanco y negro.

Sí. La versión inicial era más breve, 48 páginas, unicamente con línea negra. Ese fue mi primer contacto con el cómic, funcionó muy bien a nivel de lectores y me hizo pensar que una historia que yo consideraba muy personal era compartida por otras muchísimas otras personas. Y yo quería profundizar más en la historia.

¡Para que luego digan que los premios sirven de poco! El Castelao, creado por la Diputación de A Coruña en 2005, incluye en su listado de personas premiadas a varias que han desarrollado posterior carrera (David Rubín, Kiko da Silva) ...

Ya, ya, ya... A mí me sirvió para tener confianza en lo que estaba haciendo, para estar ya en las librerías, para tener un foco de los medios, y me impulsó muchísimo... Ytras la edición del premio Castelao, empiezo a ampliar el proyecto. Hay muchas lecturas de por medio, empiezo a tener otra visión de lo que es la salud mental y las enfermedades mentales graves, a verlas de una manera mucho más amplia, a ser crítica con los diagnósticos que etiquetan a las personas sin preguntarse que hay detrás de esa etiqueta, sus condiciones de vida, su contexto social, cómo ha sido su educación... ya que se les etiqueta de enfermos y eso tiene unas consecuencias como que, a veces, sean apartados de la sociedad o ya no se les trate como personas con un posible trauma sino como a un enfermo, con lo que eso supone. Además, hice una investigación gráfica, empecé a usar el color, la línea, el bordado, y cuando fui a Francia en 2022 a hacer la residencia en Angulema, una ciudad volcada con el arte del cómic, tuve mi propio estudio para estar en contacto con otras personas que son como tú, que están creando animación o cómic. Así conocí muchas formas de hacer y muchos modos de entender el medio, Ahí tuve la suerte de entrar en contacto con el mundo editorial, de hecho, el libro se publicó primero en Francia (Deas maux à dire; Sarbacane). Allí el cómic es una cosa mucho más masiva a nivel de lectores, y tiene otro valor. Es bonito llegar allí y sentir que se entiende lo que haces y que hay una cantidad de lectores importantes que valoran tu trabajo.

Charlando con otra ilustradora gallega, Iria Prol, daba su nombre como ejemplo de lo bueno que está pasando en el mundo de la ilustración y el cómic en Galicia. La cantera crece más allá de las puertas abiertas por los Miguelanxo Prado, Rubín y demás...

Hay mucho talento. Nos vamos retroalimentando. Una cosa importante para mí a la hora de empezar a dibujar fue tener referentes. Yo me he formado como diseñadora industrial y trabajé varios años en ello y hubo un momento en el que me plantee qué quería hacer y fue en las ferias de autoedición donde descubrí el dibujo con personas como Alberto Vázquez, Martín Romero, Pilar Marcó o Giovanna Lopalco, una serie de personas que estaban haciendo cosas súper interesantes en ese momento, y eso, obviamente, continúa, yo podría citar ahora a Pepa Prieto Puy, Begoña García-Alén o Andrés Magan, entre otros que hacen cosas interesantes.