Iván Méndez: tres meses en prisión y varios intentos frustrados de conseguir la libertad

Solicitó pasar las navidades en casa pero el permiso le fue denegado por riesgo de fuga

Recibe de vez en cuando la visita de su familia más cercana en la cárcel de Teixeiro

La pareja del detenido, en libertad con cargos, hace vida normal y frecuenta un gimnasio en O Milladoiro

Mercedes Benz A200 con el que Iván Méndez atropelló mortalmente a Jorge Santiago en Conxo

Mercedes Benz A200 con el que Iván Méndez atropelló mortalmente a Jorge Santiago en Conxo / Antonio Hernández

Han pasado ya tres meses desde la madrugada del 3 de octubre, cuando se produjo el fatídico atropello que acabó con la vida de Jorge Santiago Salgado, vecino de la parroquia compostelana de Conxo, a los 59 años. El presunto autor de los hechos, Iván Méndez Fernández, de 30 años, está desde ese mismo día privado de la libertad. Fue detenido horas después del suceso por agentes del Cuerpo Nacional de Policía en su domicilio familiar, en el Concello de Teo. Minutos antes, había llamado por teléfono al cuartel de la Guardia Civil de O Milladoiro para confesar lo que había ocurrido en la rúa da Poza Real de Arriba. 

Dos días después, el 5 de octubre, fue decretado su ingreso en prisión provisional y sin fianza por un supuesto delito que todavía está por determinar, a la espera de que se concreten los cargos durante el proceso de instrucción: en el peor de los casos, será acusado de asesinato; en el más favorable, de homicidio. 

Iván Méndez permanece entre rejas en la cárcel de Teixeiro desde hace tres meses y todos sus intentos para obtener la libertad provisional han resultado frustrados. El abogado de la familia de Jorge Santiago, Evaristo Nogueira, confirma que la defensa del joven ha solicitado al menos en dos ocasiones su puesta en libertad, pero las peticiones han sido rechazadas tanto por la Audiencia Provincial de A Coruña como por el Juzgado de Instrucción número 3 de Santiago, que instruye el caso. El último de los intentos para conseguir un permiso tuvo lugar poco antes de las navidades. La defensa de Méndez, ahora en manos de un despacho vigués tras renunciar el letrado compostelano Pedro Trepat, pidió que el acusado pudiese pasar las fiestas con su familia, sin embargo, la solicitud fue rechazada, una decisión que se justificó con el riesgo de fuga.

En una ocasión anterior ya se había pedido también la puesta en libertad del detenido. Fue poco después del auto que decretó su ingreso en la cárcel, aunque esa primera vez también fue desestimado. Según ha podido saber este periódico, Iván Méndez ha recibido en varias ocasiones la visita de familiares cercanos en prisión. En concreto, de su padre, un conocido empresario de Santiago, propietario de una empresa de grúas cuya actividad estaría indirectamente relacionada con el atropello mortal. 

Y es que en sus declaraciones ante la Policía Iván Méndez confesó que la madrugada del martes 3 de octubre acudió a la rúa da Poza Real de Arriba a hacer vigilancia para tratar de descubrir quién era la persona que pinchaba de manera reiterada las ruedas de la grúa que uno de sus empleados estacionaba cada noche en esta calle de la parroquia de Conxo. Sobre lo que ocurrió después, surgen varios interrogantes, en base a declaraciones contradictorias por parte del acusado. Si bien en su llamada a la Guardia Civil habría confesado que atropelló a Jorge Santiago cuando intentaba darle un susto al identificarlo con la persona que pinchaba los neumáticos del camión-grúa de su propiedad, luego manifestó que se trató de un lamentable accidente de tráfico, como también defendió su primer abogado.

En todo caso, Jorge Santiago perdió la vida tras sufrir el impacto del Mercedes A200 que conducía Iván Méndez, quien estaba acompañado por su pareja, Débora Gómez Chouza, una joven de 27 años y natural del municipio de Ribeira. La investigación que ha abierto el Cuerpo Nacional de Policía está tratando de aclarar todos los detalles del suceso, mediante pruebas periciales tanto en el vehículo como en el lugar de los hechos que ya han sido autorizadas por la autoridad judicial. El ordenador del Mercedes A200 podría ofrecer detalles como si se abrió alguna puerta a una determinada hora, de aceleración y control de tracción o las variaciones de velocidad y el registro de frenadas o averías, datos que pueden ser determinantes en la investigación policial de los hechos.  

Por su parte, Débora Gómez quedó en libertad con cargos tras prestar declaración en los juzgados de Fontiñas. Según ha podido saber este periódico, la joven hace vida completamente normal, pese a verse implicada en este trágico caso por su relación con Méndez. Se le puede ver de manera habitual en un gimnasio en la localidad de O Milladoiro, donde practica varios deportes. Gómez acompañaba a Méndez en el momento que se produjo el atropello mortal y luego huyeron juntos, aunque la familia del acusado testificó ante la Policía que era él quien iba al volante del coche —que tenía un lateral destrozado— cuando accedió a la casa familiar ubicada en Teo.