Explorando el cielo de Santiago: dos rutas para observar aves ideales durante el invierno
Durante el invierno y los pasos migratorios, muchos pájaros como la garza real visitan nuestro territorio en su camino hacia África
Tanto la Compostela urbana como las zonas rurales del municipio poseen puntos de interés para el avistamiento
Más allá de la imponente catedral y las históricas calles empedradas, Santiago aloja todo un mundo de vida silvestre en sus amplias zonas verdes. La ciudad, conocida por su legado cultural y espiritual, es también poseedora de un rico patrimonio natural. Tanto la Compostelaurbana, en sus numerosos jardines y espacios verdes, como sus alrededores albergan una amplia variedad de especies animales y vegetales, así como una gran diversidad de ecosistemas y hábitats.
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Punto privilegiado para la observación de aves
Con una generosa cantidad de zonas verdes dispersas por toda la urbe, Santiago es un punto privilegiado para los amantes de la observación de aves. Desde los parques urbanos hasta los ríos que serpentean atravesando la ciudad, son muchos los rincones que ofrecen la posibilidad de avistar pájaros.
En este artículo, se proponen dos rutas en el corazón de la ciudad para conocer aquellos rincones que diferentes especies de animales alados han convertido en su hogar. Dos paseos a la orilla de los dos ríos más famosos de Santiago que proponemos emprender prismáticos en mano para captar un universo de vida silvestre que requiere de preparación y mucha paciencia pero que resulta una actividad muy gratificante si lo que se busca es escapar de la rutina y conectar con la naturaleza.
Rutas para la observación de aves en Santiago
Parque de Galeras - Parque da Música en Compostela
Mejor época: todo el año, especialmente en invierno
Distancia: 1,5 km
Duración: 1 hora
Dificultad: ninguna
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Esta ruta nos llevará a través de diversos puntos de interés para la observación de aves:
Al inicio, en el parque de Galeras, estaremos atentos a las orillas del río, donde podremos avistar lavanderas blancas o aguzanieves (Motacilla alba) e incluso alguna garza real (Ardea cinerea). Esta ave de gran tamaño y aspecto inconfundible, aunque no es muy común como ave nidificante en la Península Ibérica, actualmente su población está en aumento. Durante el invierno y los pasos migratorios, muchas garzas europeas visitan nuestro territorio en su camino hacia África.
Durante el invierno, es fácil ver a estas garzas. Las encontrarás volando o posadas en la orilla del río, esperando pacientemente el paso de su presa. Con su poderoso pico, las capturan fácilmente para alimentarse. La garza real es un espectáculo fascinante de la naturaleza que puedes observar durante los meses más fríos del año.
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En el parque de la Música en Compostela, junto al Auditorio de Galicia, el enfoque estará en el pequeño lago artificial. Es esencial apartar la atención de las aves domésticas y centrarse en las silvestres: garza real, cormorán grande, martín pescador (en gallego: picapeixe, martiño peixeiro o alción), gaviota patiamarilla y, ocasionalmente, también la sombría. Además, en el entorno, podremos observar grajillas (en gallego: gralla cereixeira o gralla pequena, Coloeus monedula) de la familia de los córvidos.
Durante el invierno, los dormideros de aves resultan impresionantes: estorninos pintos (estorniño pinto, Sturnus vulgaris), grajillas y urracas comunes (en gallego pega o pica pica) se congregan entre los árboles.
El recorrido concluye en el pequeño parque de José Zeca Afonso, ubicado en las proximidades, donde, gracias a sus antiguos árboles, es común avistar pequeñas aves forestales. En la mayoría de parques y áreas cercanas a ríos, es posible observar una amplia variedad de aves típicamente asociadas a entornos forestales.
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Entre ellas se encuentra el carbonero común (ferreiriño abelleiro, Parus major), un ave insectívora que tolera muy bien la presencia humana, pues coloniza con facilidad zonas ajardinadas y parques urbanos, acude a los comederos y se instala en nidales artificiales. En invierno se suele mover en grupos con otras especies de páridos. También el carbonero garrapinos (ferreiriño dos piñeiros) un pajarillo típico de bosques de coníferas muy fácil de detectar por su incesante reclamo (tit-tuii). Este nos permitirá localizarle en las ramas altas de los pinares, donde suele buscar insectos y semillas.
Podremos avistar asimismo el herrerillo común (ferreiriño bacachís, Cyanistes caeruleus) y el agateador europeo (Certhia brachydactyla), un pequeño pájaro común tanto en bosques como en parques, pero difícil de ver. Su plumaje, con tonos marrones, le brinda un camuflaje efectivo entre las cortezas de los árboles, donde pasa largos períodos buscando alimento. Su habilidad para mimetizarse lo hace pasar desapercibido ante nuestros ojos. Sin embargo, su presencia suele delatarse por su distintivo reclamo, caracterizado por profundos piídos.
Además, en prados y matorrales, es posible encontrar aves como el cistícola buitrón o picaxuncos en gallego que aparece asociado a zonas con carrizales, junqueras, herbazales densos y cultivos de regadío, entre cuya vegetación entreteje un laborioso nido. Debido a su pequeño tamaño resulta más fácil de detectar por su inconfundible canto, que emite mientras vuela con su característica trayectoria ondulante. La curruca rabilarga, un pajarillo oscuro y de cola larga que se mueve entre la vegetación con gran cautela y discreción mediante cortos vuelos a baja altura. En el cielo, el halcón peregrino (Falco peregrinus) vigila atentamente la actividad del día.
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Aunque la mejor época es la primavera, el invierno también es buena estación para dar un paseo por el río más compostelano.
Distancia: 2,7 km, solo ida
Duración: 1 hora a pie (solo ida)
Dificultad: ninguna
Aspectos clave de la ruta:
Durante nuestro recorrido por el río Sarela, es fundamental prestar atención a los rápidos, donde podremos avistar la lavandera cascadeña (Lavandeira real, Motacilla cinerea) y, si las condiciones del caudal lo permiten, también al mirlo acuático, un ave cuya presencia se limita a los ríos que son libres, limpios y tranquilos. Estos lugares están llenos de pequeños invertebrados acuáticos y presentan cascadas y rápidos. La presencia del mirlo acuático es un indicador del buen estado ambiental del entorno. Sin embargo, su número está disminuyendo considerablemente en casi todas las áreas donde se distribuye, ya que depende por completo de cursos de agua bien conservados.
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En las densas zonas de bosque ribereño, es frecuente observar al carbonero común y al agateador europeo, que encuentran refugio y alimento entre la frondosa vegetación.
En los alrededores de las pequeñas aldeas a lo largo de nuestro camino, es probable avistar estorninos negros, que a menudo revolotean en grupos cerca de las áreas habitadas.
Al concluir nuestro itinerario, en el barrio de O Carme, podremos disfrutar de la abundante presencia de vencejos comunes (Cirrio común, Apus apus) durante la primavera.
Consejos para la observación de aves
El avistamiento de aves requiere de preparación previa y del seguimiento de una serie de consejos durante el proceso:
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Asegúrate de tener el equipo adecuado. Esto incluye binoculares de buena calidad para observar aves a distancia, una guía de aves, una libreta y lápiz para tomar notas y un teléfono móvil con una aplicación de identificación de aves, si es posible.
Viste ropa cómoda y discreta que te permita moverte con facilidad y que te camufle con el entorno. Los colores neutros y terrosos son ideales para no llamar la atención de las aves y aumentar tus posibilidades de avistamiento.
Elige los mejores momentos del día para observar aves, que suelen ser temprano a la mañana o al final de la tarde. Durante estas horas, las aves suelen ser más activas en la búsqueda de alimento y el canto es más frecuente.
La observación de aves requiere paciencia y atención. Mantén la calma, camina despacio y observa atentamente tu entorno. Presta atención a los sonidos y los movimientos en los árboles y arbustos, ya que las aves pueden estar ocultas a simple vista.
Recuerda siempre respetar el entorno natural y las aves que estás observando. Evita hacer ruido innecesario, no interfieras con los nidos o las áreas de anidación y respeta las normativas y regulaciones de conservación del lugar que estés visitando.
Siguiendo estos consejos, estarás bien preparado para disfrutar de una experiencia gratificante y enriquecedora como es la observación de aves en la naturaleza.
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