“No tengo duda de que la lista del PSOE estará completamente renovada en 2027”

Decía Gardel que veinte años no son nada. Pero cuarenta... media vida. Son los que lleva Xosé Sánchez Bugallo en el Pazo de Raxoi, del que este viernes se despide como el alcalde de Santiago que más años ha tenido el bastón de mando.

El momento de atravesar por última vez la puerta del pazo de Raxoi como alcalde de Santiago está cada vez más cerca, ¿cómo lo lleva?

Bueno, es un momento muy emocionante para mí. Desde luego, no puedo permanecer insensible ni indiferente ante él. Entré en el Concello por primera vez hace 40 años como jefe de gabinete de Xerardo Estévez, saldré como alcalde por última vez mañana al mediodía (hoy) y volveré el sábado como invitado.

¿Creía antes del 28 de mayo que podría suceder esto?

Vamos a ver, que yo podría no ser alcalde era una de las hipótesis que manejaba. Que fuera en estas circunstancias, honestamente, no. Había manejado varias hipótesis, pero ninguna coincidente con esta que al final se ha producido. Aunque es cierto que a las siete de la tarde del día 28 de mayo percibí perfectamente que iba suceder lo que sucedió.

¿Qué piensa que ha hecho mal para perder casi 8.000 votos?

No me corresponde a mí analizar este tema. Creo que deberían ser otras personas las que lo hagan. Lo que quiero decir a nivel personal es que creo que se hicieron muchas cosas. Hoy Santiago queda como la ciudad que más ha crecido económicamente en Galicia, como la ciudad con la renta per cápita más alta de Galicia, como la que tiene más empleo, la que más ha reducido el desempleo... Además, quedan aproximadamente 40 millones de euros para obras. No me parece que la ciudad quede en mala posición.

No obstante, la noche electoral asumió todas las responsabilidades del resultado. Es curioso que ahora no quiera expresar su opinión sobre lo que ha podido pasar...

Asumí y asumo la responsabilidad del resultado. Cuando se produce una derrota de este calibre, alguien tiene que asumir la responsabilidad. Me parecería cobarde tratar de buscar responsabilidades en otros lados. Por eso esa misma noche anuncié que no tomaría posesión. De hecho, al día siguiente por la mañana materialicé mi renuncia, tanto como secretario xeral de la agrupación como a tomar posesión como concejal, porque entiendo que me correspondía solo a mí asumir esa responsabilidad, que además era la forma de liberar de ella a otras personas.

Pero no quiere expresar las causas de ese resultado...

No, porque creo que hay que analizarlas con mayor detenimiento y hay que estudiar los resultados con una cierta separación. Si tuviera 20 años menos seguramente me estaría preguntando ahora mismo qué pasó, por qué pasó. Pero como tengo los años que tengo y no tengo ninguna previsión de volver a presentarme a las elecciones municipales opino que deben ser otros los que analicen.

Su fichaje estrella para la candidatura, Xaquín Fernández Leiceaga, ha ido un poco más allá y ha dicho que este resultado es fruto del cansancio de una forma de gobernar...

Sin duda puede haber ese cansancio, efectivamente. Es algo que deberán analizar las personas que me sustituyan. Es posible que ellos opinen que mi forma de gobernar no se corresponde con lo que hoy se demanda. Sin embargo, los resultados están ahí. Y los resultados de otra forma de gobernar también están ahí y son bastante nulos, por cierto.

Leiceaga ha dado un paso atrás retirándose y considera que urge una renovación del Partido Socialista compostelano, ¿piensa lo mismo?

Se va a producir, es inevitable. La que se presente en 2027 será una candidatura completamente o casi completamente renovada, de eso no me cabe ni la menor duda.

¿De dónde viene la división histórica que existe en el seno del PSOE compostelano y que acaba de reconocer el propio PSdeG?

Como usted dice, es histórica y ha sido distinta en el tiempo. No es tan específica de Santiago. Cuando yo entré en el Partido Socialista en el año 1978, había una división entre dos grupos, uno encabezado por Xerardo Estévez y otro por Ceferino Díaz. Ese tema, de alguna manera, pareció quedar resuelto en los años 90, justamente cuando yo asumí la Alcaldía y la dirección de la agrupación a finales de los años 90. Pero es cierto que se ha vuelto a reproducir con personas distintas y con contenidos distintos. Creo que hay un tema estructural en el Partido Socialista que tiene mucho que ver con la forma de ser, de debatir, de participar de todo, que lleva a que en prácticamente todas las localidades aparezcan distintos grupos, distintos sectores, distintas sensibilidades. Eso, si usted se fija bien, sucede en Santiago, pero también en Ferrol, en A Coruña, en cierta medida en Vigo, aunque hoy esté un poco oculto, pasó Pontevedra, pasa Ourense también. Es un tema bastante consustancial con la forma de funcionar el PSOE.

¿Considera que esas divisiones internas han podido afectar a la acción de gobierno esta legislatura?

No lo creo, pero prefiero no profundizar en este tema.

¿Está de acuerdo con que el grupo municipal socialista no entre en el gobierno de coalición?

No voy a contestar esa pregunta. No me corresponde contestarla. Yo ceso mañana como alcalde en funciones y como secretario xeral.

¿Cree que Goretti Sanmartín será una buena alcaldesa?

El tiempo nos lo dirá. Es evidente que no la he votado. Pero también lo es que ha habido 11.000 ciudadanos que sí lo han hecho. Por lo tanto, ella va a tener la responsabilidad de asumir la Alcaldía y la oportunidad de demostrar que puede ser una alcaldesa para el conjunto de los ciudadanos de Compostela y con la que se sientan identificados los vecinos de esta ciudad. Ella va a tener su oportunidad y a partir de ahora hablaré no en función de mis ideas previas, sino de lo que suceda a partir del día dieciocho de junio.

Por su experiencia de 40 años, ¿tendrá dificultades Sanmartín al gobernar con solo ocho concejales?

Sin duda, como todos. Yo he pasado un mandato muy difícil por tener 10 concejales de 25 y porque específicamente en los dos últimos años había una barrera de 15 contra 10. Espero que ella tenga la habilidad suficiente para buscar los apoyos necesarios; y espero que los grupos que no se integren en el gobierno tengan la amplitud de miras y generosidad suficiente para hacer posible que eso suceda.

Siempre se ha mostrado reacio a pactar con Compostela Aberta...

No creo que haya que tener prejuicios frente a eso. Es decir, yo tenía un rechazo a pactar con Compostela Aberta en el año 2019 y lo dije con claridad en aquel momento. Había que dar tiempo para que CA madurase. En los próximos meses podremos evaluar si ha madurado o no. Ha bajado de 10 concejales a 2 y cuando sucede esto uno debe preguntarse en qué se ha equivocado.

En la última entrevista que le hice en este despacho, dos días antes del 28 de mayo, le preguntaba si se presentaría de nuevo a unas elecciones. Ahora sabemos que sí, que será candidato al Senado....

¿Recuerda mi contestación?

Sí: el futuro no está escrito.

Efectivamente, el futuro no está escrito. Yo en aquel momento tenía muy claro que no me iba a presentar más a unas elecciones locales. No tenía ni idea, ni intención, de presentarme a otras elecciones porque simplemente no había pensado en esa posibilidad. El día 28 anuncié mi retirada, pero no sabía que el 29 Pedro Sánchez iba a convocar elecciones generales. Tampoco sabía que iba a tener la oportunidad de poder ser candidato al Senado. Agradezco al Partido Socialista enormemente esta oportunidad que me da, que además me genera muchísima ilusión. Soy una persona de una vocación política absolutamente definida desde los 14 años. Siempre he querido dedicarme a la política. He estado 40 años en la administración local y es un mundo que me ha llenado y además en una ciudad como Santiago, que es la mejor del mundo. Para mí no hay nada comparable a Santiago ni a ser alcalde de Santiago. No lo cambiaría por ningún otro puesto pero tengo la oportunidad de continuar posiblemente un tiempo.

¿Cuál cree que va a ser su papel en el Senado, si sale elegido?

Intentaré participar en los temas que estén relacionados con la administración local y haré todo lo que esté a mi alcance para tender puentes. Me parece que el sentido común y la búsqueda de puentes es algo que no va a estar muy sobrado en los próximos meses.

¿Le perdonará su hija que se meta ahora en este trajín entre Santiago y Madrid?

Sí, sí. De la misma manera que se disgustó mucho conmigo por mi decisión de volver a presentarme a las elecciones municipales, creo que este tema ella lo ve de otra manera. Creo que también está contenta.