El bipartito encargará un nuevo diseño para la rúa Castrón Douro que incluya la bajada de la rasante

La Alcaldía defiende un proyecto “duradeiro no tempo e acorde ás demandas veciñais”

Admite que estos cambios conllevan demoras

El rebaje de la calle tendrá que salvar una red troncal de telefonía subterránea

El tramo bajo de la rúa Castrón Douro se encuentra en una situación de severo deterioro desde hace mucho tiempo / jesús prieto

El tramo bajo de la rúa Castrón Douro se encuentra en una situación de severo deterioro desde hace mucho tiempo / jesús prieto / ARTURO REBOYRAS

El nuevo gobierno local tiene claro que no ejecutará el proyecto de reurbanización que presentó en la última etapa del mandato el equipo de Xosé Sánchez Bugallo para la segunda fase de la rúa Castrón Douro. Así lo confirmaron ayer a EL CORREO fuentes oficiales del bipartito, que indicaron que después de estudiar a fondo la propuesta que dejó el anterior gabinete se plantea encargar un nuevo proyecto que se adapte a las demandas vecinales. “Despois de analizalo é necesario refacer o proxecto para que quede acorde ás normas de accesibilidade e ás demandas veciñais”, señalaban ayer fuentes de la Alcaldía, antes de admitir que con este cambio todo apunta a que los trabajos de reurbanización de la calle, que se encuentra en muy mal estado, tardarán todavía en comenzar.

“Neste caso, non se pode executar a obra de inmediato porque é preciso refacer o proxecto para conseguir unha obra de reurbanización duradeira no tempo e acorde ás demandas veciñais”, insisten desde la Alcaldía, al tiempo que comentan que el objetivo es buscarle una solución digna al crítico estado de deterioro en el que se encuentra la calle. “Queremos que esa actuación conte con espazos de socialización e coa baixada da rasante para gañar accesibilidade”, subraya el gobierno local.

Para conseguir esa bajada de la rasante quien diseñe el nuevo proyecto tendrá que buscar la fórmula para salvar la red de telecomunicaciones que discurre a pocos centímetros de la superficie. El gobierno socialista argumentaba que no se podía retomar el proyecto planteado inicialmente para la renovación de la segunda fase de la rúa Castrón Douro, que contemplaba el rebaje de la rasante, porque se encontraron varias dificultades que impedían materializar su ejecución: a la altura del número 1 de la calle se encontró un prisma de la red troncal de telefonía que está a 55 centímetros de profundidad, que no permitiría bajar la calle más de 25 centímetros. Apuntaba el anterior gobierno que modificar la posición de esta red troncal de Telefónica, que afectaría a unos dos kilómetros de canalización, demoraría la obra e incrementaría notablemente los costes de ejecución.

La propuesta socialista

Ante esta situación, el equipo de Bugallo planteaba como solución un nuevo proyecto (que sustituía al inicial planteado en su día por Compostela Aberta), el cual contemplaría “varias mejoras que garantizarán completamente la accesibilidad universal y además permitirán reducir la sensación de encajonamiento de los patios existentes”, como manifestó en la presentación de la propuesta Toño Ranedo, jefe de servicio del área de Vías y Obras de Raxoi.

Aseguraba que solo seis edificios, los mismos que en la actualidad, quedarían unos centímetros por debajo de la rasante de la calle, aunque “en unas condiciones considerablemente mejores”, ya que se mejorarían los accesos a los garajes, se rebajarían los petos o muros separadores de la calzada en 40 centímetros y se construirían amplias aceras de 1,80 metros, cerrando los dos carriles de circulación rodada.

El técnico también aseguraba que en el caso de rebajar la rasante como estaba previsto en la iniciativa inicial, y como ahora pretende hacer el bipartido del BNG y Compostela Aberta, habría que construir cinco patines que permitiesen la accesibilidad a seis inmuebles que actualmente están al nivel de la calle pero que con la actuación quedarían muy altos.

Por otro lado, insistía en que este proyecto resolvería problemas relacionados con el saneamiento de fecales y pluviales, ya que se producen colapsos los días de mucha lluvia; y se renovaría la instalación eléctrica, los elementos de alumbrado público y las canalizaciones de abastecimiento de agua y gas. Asimismo, se ejecutaría una canalización a lo largo de la calle que permitía el soterramiento de la red de electricidad y se dotaría la zona de contenedores subterráneos para reciclaje de residuos. El presupuesto del proyecto de Bugallo ascendía a 625.268,90 euros , más IVA, frente a los 860.000 que supondría la propuesta inicial

De todas formas esta propuesta no convenció a Goretti Sanmartín, que desde el momento que la conoció aseguró que no estaba consensuada con los vecinos del barrio de Sar, los cuales discreparían sobre el proyecto. Antes de las elecciones, la actual alcaldesa exigió que se dejase sobre la mesa el proyecto de la segunda fase de la reurbanización de Castrón Douro y pidió que se analizara la posibilidad de retomar el proyecto original que, entre otras cuestiones, bajaba la rasante para nivelarla con las casas, “tal e como era o antigo trazado, que creaba espazos de socialización para a veciñanza”.