La USC confía reducir por debajo del 8 % la temporalidad del personal de administración y servicios

La ausencia de oposiciones había llevado a que uno de cada cuatro PAS no tuvieran puesto fijo

Este año se convocan 43 plazas

Pazo de Fonseca de la Universidade de Santiago de Compostela

Pazo de Fonseca de la Universidade de Santiago de Compostela / Jesús Prieto

Los recortes que llegaron tras la debacle económica del crack del ladrillo en 2008 aún se dejan notar en el empleo público. En 2018, en la Universidade de Santiago de Compostela, uno de cada cuatro trabajadores del Personal de Administración y Servicios (PAS) eran temporales. La institución académica ha intentado en los últimos años estabilizar a este personal y el objetivo es que el año que viene cuenten con plaza fija más del 92% de sus miembros. 

La USC cuenta con una plantilla de PAS de alrededor de 1.100 personas. Según explica su gerente, Javier Ferreira, desde la llegada de Antonio López al rectorado, se han convocado 390 plazas a través de diferentes Ofertas de Empleo Público (OPE). De estas, 300 ya están resueltas o a punto de cerrarse. La USC aprobó hace unas semanas la nueva oferta para este año, con 43 nuevas plazas de acceso libre y otras 52 de promoción interna.

“Estoy convencido de que a final de 2024 el objetivo de reducir la temporalidad por debajo del 8% lo vamos a cumplir sobradamente”, indica Ferreira. El gerente confía en que el porcentaje pueda descender incluso hasta el 4%. Estas plazas serían de carácter estructural, es decir, puestos de trabajo que hacen falta a diario. Actualmente, unos 120 son ocupados por personal que no tiene aprobada la oposición. La intención es que estos puestos estructurales no estén permanentemente ocupados por temporales, y que este personal llegue a la administración sólo para cubrir las bajas laborales. 

“Es un objetivo y un mandato y además supone una mejora de las condiciones laborales de las personas”, indica Ferreira. El gerente se muestra convencido de que la erradicación de la temporalidad rendundará en la eficiencia de la prestación de servicios en la institución académica compostelana. “No digo que el personal temporal no tenga cualificación, pero obviamente son personas que no superaron un proceso selectivo y que viven una permanente situación de inseguridad, que les obliga a estar preparando oposiciones”, apunta Ferreira.

Promoción interna

La elevada temporalidad que durante los últimos años ha sacudido al Personal de Administración y Servicios de la USC, y en general de todas las administraciones públicas, supuso también el freno a la posibilidad de conseguir un ascenso.

“No debería ser, pero la promoción interna estaba también bastante bloqueada porque no había Ofertas de Empleo Público”, reconoce Javier Ferreira.

El gerente de la Universidade de Santiago resalta que en los últimos años se han sacado unas 250 plazas de promoción interna. De ellas 137 ya están resueltas o en proceso de resolución, explica. “Prácticamente abrimos la posibilidad de esta promoción interna a más del 50% de la plantilla de PAS que hasta esta ese momento no tenía esa posibilidad”, destaca. 

La ausencia de oposiciones durante años —dado que el Gobierno central limitó la cobertura de las jubilaciones que se iban produciendo para recortar el gasto público— llevó, en su opinión, a “una situación casi de colapso en las administraciones con unos volúmenes de temporalidad brutales”.

Ferreira recuerda que había muy poco personal fijo, que tenía menor cualificación, “porque el personal temporal rota mucho” y además, se producía “una clara merma de los derechos de los empleados en lo que tiene que ver con la carrera profesional, la promoción interna”.  

El gerente de la USC indica que la estabilización de los PAS ha supuesto “un esfuerzo para la institución muy grande”. Fue posible, indica, gracias al plan de ahorro puesto en marcha por la USC, que apostó por reducir el consumo de energía cerrando facultades en Navidad o recuperó la gestión directa del servicio de limpieza y logró, sólo con esto último, dejar de gastar 1,5 millones de euros.