Santiago gana los mismos habitantes que viviendas: 2.500 durante la última década

Las inmobiliarias explican que pese al crack del ladrillo, la construcción resistió, salvo en las peores épocas del coronavirus // Piden al Concello polígonos más pequeños para poder desarrollar más suelo

En la imagen, las obras de reurbanización en marcha en la avenida Romero Donallo / |  ANTONIO HERNÁNDEZ

En la imagen, las obras de reurbanización en marcha en la avenida Romero Donallo / | ANTONIO HERNÁNDEZ / natalia sequeiro

Pese al estallido de la burbuja inmobiliaria, la construcción de viviendas no se detuvo en la última década en Santiago. Según los datos del Catastro, recogidos por el Instituto Galego de Estatística (IGE) en el informe Panorama dos sete concellos, en diez años la ciudad ganó 2.499 inmuebles residenciales. La cifra coincide prácticamente con la del incremento de población en la ciudad, que pasó de 95.671 habitantes en 2012 a 98.179 en 2022. Fueron 2.508 más.

“Se ha construido bien”, indica Carlos Debasa, presidente de la Asociación Galega de Inmobiliarias (Agalín), una entidad refundada en Santiago. Debasa explica que a pesar del crack del ladrillo, que sí obligó a aminorar el frenético ritmo anterior a la crisis de 2008, las obras de vivienda continuaron en los primeros dos tercios de la década. El mayor parón se produjo a raíz de la crisis del coronavirus y todo lo que vino después, crisis de suministros y problemas de transporte de materiales, subida de precios.... “Ahora parece que vuelve a despegar un poco”, afirma.

La estadística del Catastro refleja que desde 2012 Santiago ganó, sobre todo, vivienda colectiva. Entre 2012 y 2022 fueron 2.554 más. Sin embargo, descendió el número de casas unifamiliares que pasaron de 11.175 a 11.120, una caída de 55. La construcción siguió a un ritmo mayor que el incremento demográfico dado que en España, según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la media de habitantes por hogar se sitúa en los 2,5. Pero la comparación debe tomarse con cautela, dado que Santiago cuenta con un importante volumen de población que no está empadronada y acoge tanto a estudiantes como a turistas.

DATOS

Aparcamientos. Según los datos del informe del IGE, en la última década su número subió en 2.875. Actualmente hay 15.552 en la capital gallega. 

Comercios. El número de inmuebles en Santiago destinados al comercio llega a 4.338. Apenas se incremetó en diez años. En 2012 había 4.139. 

Industria. El Catastro recoge la existencia de 1.361 inmuebles de uso industrial en la ciudad. Son 396 más que hace diez años. 

Oficinas. Este tipo de inmueble ha experimentando un importante crecimiento. En 2012 había un total de 881 y diez años después la cifra ha subido hasta las 1.427. El ascenso supone un 62 %. Hasta 16.796 inmuebles se encuadran en la categoría de “resto”. 

El presidente de Agalín asegura que en la ciudad sigue habiendo demanda para comprar pisos y que la obra nueva disponible no es suficiente. Por esos motivos se ha revitalizado la venta de vivienda usada. “El año pasado se produjo un récord en las de segunda mano”, indica Carlos Debasa. Aún así, la cifra de viviendas vacías continúa siendo muy elevada, unas 5.000 según los datos que maneja el Concello atendiendo al consumo de agua. También, recalca Debasa, hay demanda para las casas de promoción pública. Pero en la última década apenas se han construido este tipo de viviendas. Actualmente la Xunta promueve 60 en dos urbanizaciones en O Castiñeiriño y en Lamas de Abade. Las obras llevan cierto retraso, que la Xunta achaca al parón al que obligó el Covid y a la subida de los materiales.

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Jacobo Táboas

Las obras de urbanización del Suelo Urbanizable Programado número 1 (SUP-1) de la avenida Romero Donallo, donde está prevista una actuación que incluye la construcción de siete bloques de viviendas, nuevos equipamientos y dos plazas, aceleran el paso y ya va tomando forma la nueva calle que recoge el proyecto. Este nuevo vial conectará Romero Donallo con Pontepedriña y dará continuidad a la rúa Escultor Jesús Landeira, enlazando con las zonas verdes adyacentes, tal y como destacan desde la promotora Santiago Sur, que intervendrá en las parcelas 1, 2 y 6 del SUP-1. Esta última, denominada Promoción Romero Donallo-M6, será en la primera que se edifique.

Esta manzana está situada en la unión de Romero Donallo con la avenida de Ferrol, en los terrenos del antiguo Cine Avenida, donde se construirá una torre con un total de 17 viviendas. Está previsto que las obras comiencen en las próximas semanas, una vez Santiago Sur reciba la licencia de obra. Asimismo, la promotora con sede en Novo Milladoiro pondrá en marcha la Promoción Romero Donallo-M1 y 2, que se levantará en la confluencia de Romero Donallo con el vial Antón Fraguas, donde se prevé la edificación de un centenar de viviendas.

El proyecto global para esta zona de la ciudad contempla el desarrollo de más de 10.000 metros cuadrados de zonas verdes, en las cuales se ha prestado especial cuidado a la implantación de más de cuarenta especies vegetales y a lo largo de las cuales discurrirán sendas peatonales que darán continuidad a las ya existentes tanto en la zona del Instituto Eduardo Pondal como a lo largo del Parque Eugenio Granell. Romero Donallo, situada en pleno corazón del Ensanche compostelano, es la última gran avenida por urbanizar en el centro de la capital gallega.

Las mismas causas han complicado también la construcción de vivienda libre en los últimos tiempos, explica el presidente de Agalín. Debasa señala también que los promotores tienen problemas para encontrar suelo, o al menos que sean ubicaciones interesantes para poder después vender las viviendas. “El Concello siempre pone como ejemplo algunas parcelas, pero están sin urbanizar y a veces tienen mala situación”, indica. Además, explica que a menudo los polígonos son demasiado grandes por lo que los costes de realizar calles, aceras y otros servicios como alcantarillado hacen necesaria una gran inversión. Los promotores no están dispuestos a asumirla, dado que incrementaría excesivamente el precio de las viviendas. “Se está vendiendo bien, pero nada que se salga del precio del mercado”, afirma Debasa. Los excesos del pasado, por el momento no han vuelto. Aún así el sector teme que el incremento de los costes de préstamos hipotecarios ante la subida de tipos que ha venido estableciendo el Banco Central pueda volver a frenar la construcción de viviendas. De media, la cuota cuesta ya en Galicia 560 euros al mes.