El reloj de sol triple de Santiago, relegado en la terraza del Hostal en el Obradoiro

El sol radiante que estos días ilumina Santiago ha sacado a relucir uno de sus tesoros históricos. Un tuit en la red social X ha destacado la presencia de un antiguo reloj de sol en la ciudad, recordándonos la conexión entre el tiempo y la naturaleza. Dicha publicación ha vuelto a poner el foco en el estado de conservación "mellorable" de este elemento patrimonial ubicado hoy en una esquina de la Praza do Obradoiro, concretamente en la terraza del Hostal dos Reis Católicos. 

Cambio de ubicación

Considerado uno de los más antiguos de Galicia, este reloj de sol triple ha sido objeto de mudanzas en su situación original. Fechado en 1601, podría tener vínculos con el centenario de las obras del hostal, donde ocupó un lugar más prominente, según explica en un hilo la cuenta Relojes de Sol en Galicia. Actualmente, “se encuentra en una muy mala ubicación, está mal orientado y casi a ras de suelo, como si alguien lo abandonara de mala manera…”. 

“Rebuscando en bibliotecas digitales internacionales y en el Arquivo Dixital de Galicia”, dicha cuenta revela que en su día el reloj estuvo situado en un pedestal elevado en ese mismo lugar. Otra hipótesis que se baraja es que podría haber sido colocado en ese lugar para que el público en general pudiera disfrutar de su utilidad, al igual que los tres relojes de sol que hay en el claustro de la Catedral, con los que comparte fecha y características. 

Relojes de sol en Galicia

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Los primeros relojes de sol, simples en su diseño pero ingeniosos en su funcionamiento, datan de hace más de tres milenios. Aunque la tecnología ha avanzado, estos relojes siguen siendo una fascinante ventana a la verdadera hora solar, alineados con los ritmos naturales que nos rodean.

Este tipo de relojes de sol en Galicia no son rarezas; de hecho, proliferan en zonas rurales, adornando hórreos y señalando el tiempo en iglesias parroquiales. Plazas públicas como las de As Pontes, Cedeira, y Guitiriz, así como parques y jardines como los de Betanzos, Méndez Núñez y Praia América, albergan ejemplos de esta fascinante fusión de ingeniería y arte.

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A pesar de la diversidad de estos relojes, el ejemplar único en la Plaza del Obradoiro de Santiago de Compostela, con más de cuatro siglos de antigüedad, destaca como un testamento a la historia y la gnomónica. Los expertos sugieren su rehabilitación con criterios de la época, acompañada de una placa explicativa que revele su importancia patrimonial, histórica y astronómica.