Histórica sentencia en Santiago: condenan a una aseguradora a pagar casi 13 millones por mala praxis en un parto

La magistrada María Paz Filgueira Paz del Juzgado de Primera Instancia Número Uno de Santiago de Compostela ha dictado una sentencia sin precedentes, en la que condena a la aseguradora Segurcaixa Adeslas al pago de una indemnización de 12.900.000 euros a una familia cuyo hijo sufrió graves daños durante el parto debido a una mala praxis médica en el hospital de A Rosaleda. 

Las negligencias cometidas en el centro privado durante el nacimiento del menor, en julio de 2015, le provocaron parálisis cerebral, tetraplejia, ceguera y sordomudez, entre otros daños, lo que derivó en el reconocimiento de una discapacidad del 100%. 

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Errores médicos en el parto

El abogado de la familia, Cipriano Castreje, califica de “histórico” el fallo en conversación con este diario porque “non se coñece na historia da xurisprudencia española ningunha sentenza semellante, pero tampouco coñezo ningún caso no que a un neno lle concedesen unha discapacidade do 100%”. El letrado remarca que “a mala praxe está acreditada porque hai unha sentenza firme da Audiencia Provincial, na que se sinala de forma taxante que a obstetra non seguiu os protocolos nin as vías clínicas, actuou tarde, e iso foi o factor principal e desencadeante dos danos que ten agora mesmo o neno”. 

En el momento del parto, una serie de errores médicos resultaron en hipoxia intraparto para el bebé. A pesar de las señales indicativas en el registro cardiotocográfico, que advertían de la hipoxia, no se actuó de manera adecuada. Como resultado del retraso en la cesárea necesaria, el niño nació con múltiples discapacidades graves. “Este neno ten unhas necesidades que non lle coñezo a ninguén”, señala Castreje, que añade que “desgrazadamente para el está batendo récords” en la cuantía de la indemnización y en el reconocimiento del 100% de discapacidad.

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El litigio ha atravesado varias instancias judiciales. En primer lugar, el juzgado de instancia número 1 determinó la mala praxis. La compañía de seguros recurrió ante la Audiencia, que “pegoulle un pao brutal, detallando claramente que a neglixencia era patente e notoria, e que que houbo unha mala praxe de libro”, relata Castreje. Posteriormente, un juzgado de lo social corrigió a la Xunta y elevó el reconocimiento del grado de discapacidad del 67% al 100%. Castreje lamenta que Segurcaixa Adeslas, con tres sentencias en contra “pagou cero euros”.

“Mezquindade absoluta”

El abogado tacha de “incomprensible” esta actitud por parte de la aseguradora y la considera propia de “unha falta de empatía total” y “unha mezquindade absoluta”. “Son uns miserables”, ahonda. Castreje apunta que “a única decisión boa foi trasladar inmediatamente o neno ao CHUS”, donde le salvaron la vida y permaneció tres meses ingresado. “O curioso é que a compañía do seguro de saúde pagoulle ao Sergas toda a asistencia sanitaria, pero ao neno nada. Os pais tiveron que acudir aos recursos públicos, aos seus recursos privados e facer un montón de gastos”, subraya.

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La forma de actuar de Segurcaixa Adeslas también ha sido especialmente reprochada por la magistrada, resultando en la aplicación de los intereses por mora estipulados por la ley del contrato de seguro. La estrategia jurídica seguida por Castreje consistió en formular una demanda declarativa de condena con una cifra a determinar en un pleito posterior por tratarse de un daño evolutivo el sufrido por el menor. Como resultado, se ha alcanzado esta compensación, la más alta hasta la fecha en España por un caso de esta naturaleza. La familia afectada ha expresado su esperanza de que este fallo sirva para mejorar los estándares de atención médica y responsabilidad en el sector.

Proceso "moi duro"

Aún así, Castreje salienta que el proceso por el que ha tenido que pasar la familia ha sido “moi duro e longo” por la situación “precaria” que atraviesa el sistema de justicia. “A longa espera é outra pena engadida. Non me cabe dúbida que esta lentitude beneficia a moita xente, como as aseguradoras”, concluye. El fallo aún podrá ser recurrido mediante recurso de apelación ante la Audiencia.