Un nuevo despegue de la comedia en Santiago

Denny Horror llegó a Compostela encontrándose una ciudad sin lugares donde experimentar con la comedia, algo que cambió abriendo el Compostela Comedy Clube Popular

Denny Horror

Denny Horror / Cedida

Adriana Quesada

“Buenas noches, estoy muy contento de estar aquí. [...] Es una cosa que digo siempre, en todas mis actuaciones y, tengo que decir, que es la primera vez que es la verdad porque yo nunca he estado contento de estar en una actuación. [...] Yo odio actuar, me pone muy tenso la idea de viajar, ir a una sala, enfrentarme al público...”, relata Denny Horror en el primer capítulo de Show para nadie.

Empezó en sesiones de micro abierto en Madrid, lugar donde residió varios años. Allí descubrió que el mundo de la comedia le gustaba y que, además, le iba bien. “Y entonces saco el valor... Bueno, llámalo valor, llámalo temeridad, de salir al escenario y decir: buenas noches, estoy muy contento de estar aquí”, continúa en ese episodio.

Show para nadie es su último proyecto, un show experimental que se está traduciendo en un podcast y del que, además, están llevando a cabo una película: “Es algo bastante trabajado, sale José Mota y mucha gente destacada de la comedia estatal”, comenta.

Comedia en Compostela

Pero, cetrándonos en otra parte de su trabajo más allá de este proyecto, Denny Horror volvió a Santiago hace unos años dándose cuenta de que compostela no tenía ningún espacio de micros abiertos. Fue por eso que tomó la decisión de proponer su proyecto en Casa do Taberneiro, donde les cedieron un espacio para cambiar esta situación y crear Compostela Comedy Clube Popular.

“Una vez al mes, dependiendo de la racha, nos reunimos en Casa do Taberneiro para llevar a cabo el show. Está pensado para la gente que quiere probar y también para cómicos profesionales que quieren ver la reacción que tiene el público ante sus chistes —explica—. No es un show pensado para hacer dinero, es para experimentar”. Y, aunque aún no han dialogado con el bar para volver a iniciar su labor en este sitio, “esperan volver a la carga en otoño”.

Sin embargo, a pesar de que en el momento de su llegada no hubiera iniciativas de micrófono abierto, esto es algo que ha ido cambiando. “Empieza a haber una escena de comedia muy guay en Santiago de Compostela, cada vez más personas se animan a hacer cosas nuevas y también han ido apareciendo otros sitios de open mic”, explica. Por eso, predice que este año la comedia en Santiago empezará a despegar gracias a todos esos nuevos pequeños proyectos, tanto individuales como colectivos.

Sentido de la risa

“A todos nos gusta hacer reír, aunque sea a nuestro grupo de amigos. Pues esto es lo mismo: los monólogos son ponerse delante de la gente para contarles cosas que les hagan reír”, explica. Es así como, con cada carcajada, su satisfacción personal incrementa. Además, destaca que el monólogo es su forma de comedia favorita: “No eres un actor con un papel absurdo para hacer reír, eres una versión de ti mismo, lo que te permite hablar de tus opiniones y de cosas que te importan”, reflexiona.

En su caso, lo que hace para iniciar sus monólogos es buscar un tema trágico para intentar exponerlo desde un punto de vista humorístico. De esta forma muestra como, para hablar de determinados problemas, no es necesario un tono serio, sino que se le puede dar la misma importancia a una situación trágica por medio de la risa. “Al final, el límite del humor está en hasta dónde está dispuesto a llegar el emisor y lo que está dispuesto a escuchar el público”, reflexiona.

Otros trabajos

“He vivido de la comedia a rachas. Normalmente lo que hago son guiones”, relata. Entre sus trabajos más sonados se encuentran su participación en el guión del Especial Nochevieja de José Mota, en Locomundo, La Resistencia... Programas muy sonados a nivel estatal.

En un ámbito más local, él y otra comediante, Cata, están llevando a cabo Victoria Federica Stand-up Show. “No se nos ocurría un título y decidimos bautizarlo con el nombre de una persona, así que los monólogos van sobre la figura de Vicoria Federica. Además, Cata toca el ukelele, así que también hacemos canciones”, explica. Tuvo una gran acogida cuando lo estrenaron en el Riquela, así que esperamos volver a interpretarlo pronto.