Concellos en los que la alcaldía tiene ya nombre de mujer

El silbatazo de inicio a la campaña de los comicios municipales del 28-M acaba de atronar permitiendo a los alcaldables gallegos pedir el voto legalmente de forma explícita –implícitamente ya venían meses haciéndolo–. A pesar de este flamante comienzo del periodo electoral, hay ya concellos en los que sus vecinos saben que sea cual sea el resultado saliente de las urnas, durante los cuatro próximos años el cargo de máxima responsabilidad en el poder local tendrá nombre femenino.

Tal vez, en este momento del s.XXI esta no debería ser una noticia sorprendente, pero Galicia es actualmente la comunidad con una menor proporción de mujeres al cargo de una alcaldía en toda España, con 56 de los 313 concellos. De este modo, al menos seis municipios gallegos tienen garantizado que el próximo 17 de junio, día en el que se constituirán las nuevas corporaciones, el bastón de mando recaerá en manos de una fémina.

Son los casos de A Bola (Ourense), Boborás (Ourense), Moeche (A Coruña), Allariz (Ourense), Tomiño (Pontevedra) y Vilardevós (Ourense), municipios en los que las diferentes fuerzas políticas presentan únicamente mujeres en la primera posición de sus listas.

En uno de esos concellos, Allariz, feudo histórico del Bloque en la provincia de Ourense, la alcaldesa Cristina Cid se enfrentará en las urnas por segunda vez consecutiva a dos mujeres, en este caso, Luz Doporto que repite como candidata del PPdeG y María Elena Peaguda, que se estrena como cabeza de lista del PSdeG.

Un hecho que constata, en palabras de la regidora, que en los últimos años “estase avanzando moitísimo neste sentido” y coloca a Allariz en el mapa “como un exemplo” de la participación femenina en la política local, a pesar de que quede todavía mucho camino por recorrer en este sentido.

Cid señala la existencia de dos ejes fundamentales que suponen una mayor dificultad para que ellas participen y se impliquen en la res publica, más todavía para liderar una candidatura en la política local. “Hai por un lado unha dificultade cultural, as mulleres tendemos habitualmente a non ter a mesma autoestima que os homes no que ten co ver co acceso aos cargos públicos. Por outro lado, hai unha realidade obxetiva que é que as mulleres seguen a asumir unha carga moi grande no que ten que ver cos coidados e coa conciliación, que tamén dificulta dar ese paso, e poder dedicarlle todo o tempo que implica”, apunta Cid.

Doporto, candidata por el PPdeG, lleva en la corporación alariquense dieciséis años y quita hierro al asunto y considera “una mera coincidencia” que de nuevo las número uno de todas las candidaturas sean mujeres. No obstante, señala que Allariz es un lugar donde para participar en política se requiere cierta gallardía y “lo cierto es que la valentía hoy pues está en las mujeres”, señala.

La alcaldable popular señala que decidió participar activamente en la política local con el objetivo de “mejorar la convivencia política en el concello”. Un fin que a juicio de sus palabras se logró a lo largo de estos últimos cuatro años: “Hemos recuperado esa convivencia, especialmente ya durante esta última legislatura en la que éramos tres mujeres. El clima fue muchísimo más constructivo y se suavizó el tono. Yo creo que ahí hubo un punto de inflexión”, sentencia.

Por su parte, Peaguda, que se estrena como jefa de filas del PSdeG alaricano, señala que al haber ya la experiencia de 2019 en la que también todas las alcaldables eran féminas, “la ciudadanía ya no se plantea cuestionar nuestro paso adelante en política por cuestión de género”, ya que los vecinos una vez se escrutine el resultado de la noche electoral y a partir del 17 de julio, fecha en la que se constituirá la corporación, únicamente les requerirán que se ejerza “una buena gestión” del erario público municipal a quien esté en disposición de gobernar el concello y “una buena oposición” a quien le corresponda este menester.

“Independientemente del género de a quien le corresponda ejercerlas”, señala. Peaguda barre para casa y se congratula de que fuera una ley aprobada por su partido a nivel estatal “la que garantiza hoy en día la participación equitativa de mujeres y hombres en la política”.

El caso de Moeche

Otro de los municipios que se encuentran en esta situación es Moeche, que es además uno de los ocho concellos gallegos en los que el PSdeG finalmente no logró configurar una candidatura para tratar de lograr representación en la corporación modestina.

La alcaldesa del concello de Ferrolterra, la nacionalista Beatriz Bascoy, señala que el de Moeche es un caso singular “aínda que realmente non sabría dicir os motivos”. Esta peculiaridad reside en que los puestos de mayor relevancia en la villa están copados por mujeres. “Temos unha directora no centro escolar da vila; no centro de saúde contamos con médica, enfermeira e unha auxiliar; a farmacia está tamén rexentada por unha muller e a secretaria municipal ou a xuíza de paz son tamén mulleres”, explica Bascoy.

La propia regidora, de hecho, llegó al cargo tras años participando en el equipo del ANPA del colegio y estar involucrada en el movimiento vecinal. No obstante, su paso a la política tuvo que esperar hasta que su hijo alcanzó una edad que a ella le permitió cierta liberación horaria. “O posto de alcaldía require unha dedicación de 24 horas diarias, entón claro, eu estaba activa a través do movemento asociativo pero dar o paso cun fillo pequeno era imposible”, explica.

Un ejemplo de esta entrega horaria adquiere tintes cómicos cuando explica que un domingo a las siete de la tarde se presentó en su casa un vecino con un singular problema. “Aquel día xogábase un Barça-Madrid e resulta que ao señor non lle funcionaba a antena da tele”, relata Bascoy entre risas. No era un asunto que pudiera solucionar desde la alcaldía pero buenamente le explicó a aquel hombre los canales a los que debía dirigir sus reclamaciones para tratar de solucionar aquella avería.

Bascoy, que alcanzó la alcaldía modestina en 2015, considera que una mujer que decida dar un paso adelante en la política local debe, todavía, enfrentarse a determinados prejuicios sociales como que “incluso te cheguen a facer oposición dende un punto de vista persoal”. Sin embargo, se alegra de que en su caso y el de su concello esto no sea así.

De hecho, el próximo 28-M se jugará la alcaldía, al igual que hace cuatro años, con María Méndez Vilela, candidata del PPdeG. La aspirante, cuestionada por el hecho de que en Moeche las mujeres ocupen espacios que en otro tiempo y todavía en muchos lugares parecen reservados únicamente para los varones, explica que “se botamos unha ollada ao pasado, lembramos moitas veciñas do concello emprendendo,desenrolando actividades que antigamente se poderían atribuir a homes”. Unas mujeres que, en sus palabras, “xogaron un papel decisivo sobre todo en pobos pequenos e en anos onde había tantas adversidades”.

La alcaldable popular, quiso también plasmar sobre su candidatura ese destacado papel femenino en la vida social de Moeche, de modo que en los puestos de salida de su lista la acompañarán Noelia Castro y Lucía Breijo. Y apunta además que pioneras de la política municipal como Rocío Luaces y Mari Luz López forman parte de la misma.

A pesar de no haber alcanzado aún el puesto de máxima responsabilidad en el consistorio modestino, Méndez comparte con Bascoy que a nivel horario la dedicación ha de ser completa. Ya se lo dijo en su momento Manuel Candocia –alcalde de As Somozas durante 35 años y tristemente ya fallecido–, “María, a política local son 24 horas menos as que durmes, se é que se tes tempo para durmir”.

Todas, con alguna excepción

Hay otros concellos en los que a pesar de haber alguna lista encabezada por un varón que tratará de dar la sorpresa y lograr al menos un edil, las candidaturas de los partidos que cuentan ya con representación en sus corporaciones presentan listas lideradas por mujeres. En esta situación se encuentran, entre otros, Betanzos y Muros.

En la localidad betanceira, de hecho, desde la entrada de Amelia Sánchez como edil del BNG en 2020 las portavocías de los tres partidos con ediles en el consistorio son desempeñadas por mujeres. Un hecho que la alcaldesa María Barral (PSdeG) señala como “excepcional”, ya que, en su opinión, a pesar de los importantes avances, “estamos nunha sociedade na que a muller asume roles que lle fan moito máis complicado comprometerse co eido da política”, explica la socialista.

Esa dificultad a la que se enfrentan todas ellas, es todavía mayor cuando se proviene de estratos humildes. La alcaldesa socialista cuenta que hace cuatro años en plena campaña, una vecina “coa que teño moi bo trato” le dijo que a pesar de que le parecía “unha moi boa rapaza, ela non podia aceptar que a neta dun taberneiro fose alcaldesa”.

Barral, que a buen seguro guarda la receta de la tortilla que se realizaba ya en el establecimiento de su abuelo, logró obtener la mayoría absoluta y, ahora cuatro años después intentará revalidar aquel resultado.

Frente a ella estarán Cecilia Vázquez del PPdeG y Amelia Sánchez por el BNG, las otras dos portavoces en el pleno municipal, aunque los betanceiros tendrán también por primera vez la opción de votar a Vox, que no cuenta con ningún representante en el conjunto de la comunidad y presenta a Javier Manigrasso como cabeza de lista.

Vázquez, que repite como candidata popular a la alcaldía brigantina y tiene además experiencia también en la política autonómica al haber sido directora xeral de Xuventude, Participación e Voluntariado, explica que en su caso no tuvo mayores dificultades para participar de la vida política municipal por el hecho de ser mujer. Sin embargo, sí que subraya el importante salto cuantitativo en lo que respecta a la participación femenina en estas elecciones. “Si no recuerdo mal, en 2019 hubo siete candidaturas, con dos mujeres y cinco hombres como cabezas de lista. Ahora, en el 2023, cuatro años después, cuatro candidaturas de tres mujeres y un hombre. Es un salto importantísimo”, señala.

La tercera candidata en liza es también la más novel. Para Amelia Sánchez, serán sus primera elecciones locales como jefa de las filas del BNG, pero no duda en calificar de “prácticamente histórica” la concurrencia de tres mujeres liderando las listas de los partidos con representación en Betanzos. “É tremendo, sobre todo porque lle da referentes ás rapazas máis novas, que moitas veces están moi faltas de figuras representativas nas que verse representadas”, subraya. Esa visibilidad da también pie a anécdotas como cuando una amiga de su hija, después de verla en el periódico, comentó a su padre: “papá, é tan famosa que sae no mesmo xornal que Rosalía”.

El caso de Muros es similar, los tres partidos con representación que acuden a las urnas el próximo 28-M presentan a mujeres como cabezas de lista, aunque a última hora se sumó también una candidatura independiente, la de Muros Centrado que presenta a Manuel Lago Álvarez como candidato a la Alcaldía, quebrando un pleno femenino que sí que se había dado hace cuatro años.

La alcaldesa muradana, la popular Inés Monteagudo, señala al igual que alguna de sus compañeras que ella tuvo que esperar a tener cierta liberación de cargas familiares –con el crecimiento de sus hijos– para poder participar activamente de la política local. Fue en 2015 cuando emprendió ese salto logrando establecerse como la lista más votada. Sin embargo, no fue hasta 2019 cuando pudo formar gobierno en minoría.

Monteagudo señala que en el concello de Muros “a muller leva xa anos participando activamente na política”. De hecho, en su toma de posesión como regidora tuvo palabras de agradecimiento para aquellas precursoras que ya habían ocupado el puesto de primera edil en el concello: María Xosé Alfonso e Caridad González Cerviño. “Entendo que foron elas as que abriron un camiño que xa non ten volta atrás, no que á participación da muller na política activa, se refire”, comenta la regidora.

Una de ellas, Caridad González Cerviño (PSdeG), tratará de arrebatarle el bastón en los comicios que se celebrarán a final de mes. La socialista que ya ocupó el cargo en dos legislaturas, entre 2004 y 2007 y entre 2011 y 2015, repite como candidata. Recuerda que cuando ella entró en la política local –se estrenó en 2003 como concelleira– sí que se encontró con bastantes atrancos. “Cando chegaban os veciños para vir a falar conmigo como alcaldesa e abrían a porta, ao atoparse cunha muller sentíanse algo incómodos”, explica.

Sin embargo, los avances sociales logrados por la lucha feminista en los últimos años, en opinión de la exregidora, han logrado que todas esas suspicacias “estén moito máis superadas”.

María Lago, que reincide también como cabeza de lista del BNG a la alcaldía, explica que –sin afán de gafar a nadie– efectivamente en Muros “a veciñanza ten asumido que a alcaldesa seguirá sendo unha muller”.

La frentista considera que a ellas a nivel político, en muchas ocasiones, se les critica más por su condición de mujer que por sus méritos o ideas políticas y apunta que si eso sucede con alguna de sus adversarias, ella será la primera que se posicione claramente en contra: “crítica política toda a que sexa necesaria pero ataques persoais diante de min tanto a Inés como a Caridad non os vou a permitir”, señala.

Su mirada sobre la participación femenina en la política local no es tan optimista como la de sus dos colegas: “esta reportaxe é un claro exemplo de que queda moito traballo por facer, en cantos concellos galegos se presentan unicamente homes?”, pregunta con retranca.