Los diez principales retos de la nueva regidora de Santiago

Ana Pontón abraza a Sanmartín ayer durante la toma de posesión de la nueva alcaldesa

Ana Pontón abraza a Sanmartín ayer durante la toma de posesión de la nueva alcaldesa / Antonio Hernández

Con ocho concejales de una corporación de 25, el bipartito entre el BNG y Compostela Aberta se enfrenta a un mandato en el que dependerá del PSdeG para poder sacar adelante buena parte de sus proyectos. Algunos de ellos llevan tiempo enquistados por falta de acuerdo. En los próximos cuatro años Goretti Sanmartín se enfrenta al reto de desbloquearlos y deberá hacer gala de una buena habilidad negociadora.

Parcela del Peleteiro

Hace ya 20 años que se proyectó una gran operación urbanística para construir en ella un centro comercial, un hotel, viviendas y plazas de aparcamiento, pero el estallido de la burbuja inmobiliaria frenó los planes y desde entonces ninguna de las cinco corporaciones municipales han logrado desatascarlos. El inmueble es actualmente propiedad del fondo Arqura, perteneciente a la Sareb (el banco malo que se quedó con los activos de las entidades financieras). Sanmartín insiste en que exigirá al Gobierno que ceda la parcela para construir vivienda pública. El PSOE asegura que al estar la finca en manos de Arqura no será posible. La propuesta del Ejecutivo de Bugallo apostaba por una solución mixta con sólo el 20% de las nuevas viviendas de promoción pública. El BNG se abstuvo entonces y no permitió que se reurbanizase la zona. La parcela seguirá dando que hablar el próximo mandato.

Vivienda

Con los alquileres disparados, los compostelanos tienen serias dificultades para encontrar piso, e incluso habitación compartida, en la ciudad. Durante la campaña, el BNG prometió crear un plan de dinamización de vivienda vacía para destinarla a alquiler para jóvenes. El objetivo es movilizar hasta 9.500 casas desocupadas, según los datos del Instituto Nacional de Estadística. Pero para ello necesitará la colaboración de la Xunta, sobre la que recae la competencia de vivienda. El PSOE intentó sin éxito durante los años previos que la administración gallega definiese qué es una vivienda vacía para a partir de ahí poder tomar medidas. La Xunta no está por la labor.

Viviendas de uso turístico

Una pareja consultando una guía turística en la  compostelana Praza de Fonseca/jesús prieto

Una pareja consultando una guía turística en la compostelana Praza de Fonseca / jesús prieto

El BNG también se abstuvo en el pleno que modificó el plan urbanístico para poder poner coto a las viviendas de uso turístico (VUT) en Santiago. Fue la gran apuesta del equipo de Bugallo para intentar desviar esta oferta hacia el alquiler tradicional. Sanmartín insistió entonces en que había que discernir entre pequeños y grandes propietarios, tildó de «arbitrariedad poco justificada» la limitación de las VUT a las plantas bajas y proclamó que se puede hacer más para movilizar la vivienda vacía. La regulación de los pisos turísticos aún está pendiente de varias ordenanzas. Queda por ver si el BNG modificará algunos de los planes iniciales del PSOE.

Tasa turística

En este punto sí hay acuerdo entre el BNG, CA y PSOE. Incluso el PP local se ha mostrado a favor de implantarla. Sanmartín ya ha manifestado que en los primeros días de su mandato se pondrá en contacto con la Xunta para que dé el visto bueno a un nuevo tributo, que no saldrá adelante, sin embargo, si no se aprueba una regulación autonómica que la permita. El popular Borja Verea ya ha pedido que se consensúe en pleno antes de realizar cualquier movimiento.

Casa da Xuventude

A Casa da Xuventude en Santiago

A Casa da Xuventude en Santiago / Antonio Hernández

Las posiciones de partida no podrían ser más distantes. El BNG apuesta por demolerla. El PSOE local ya aprobó poco antes de las elecciones su cesión a la Deputación de A Coruña para que la rehabilite y cree un espacio de coworking especializado en el metaverso. El inmueble también contaría con un auditorio, espacio para los vecinos del casco histórico y una oficina de cobro de tributos para toda la comarca de la Diputación.

Contrato de buses

Tras varios incendios, averías habituales y un servicio claramente insuficiente para rutas como la del aeropuerto, Santiago espera desde hace años un nuevo contrato del transporte público urbano. Bugallo lo licitó a finales del mandato y la propuesta viene con subida de precios de las tarifas. El contrato se encuentra paralizado de forma cautelar por el recurso de cinco empresas y la nueva corporación podría reformularlo. Sanmartín también se ha mostrado crítica en este punto. La nacionalista censuró que se sacase justo antes de las elecciones, “con opacidad y sin consensuar líneas y frecuencias con los vecinos”.

Parking del Clínico

Vehículos mal aparcados na contorna do Hospital Clínico Universitario de Santiago

Vehículos mal aparcados na contorna do Hospital Clínico Universitario de Santiago / Jesús Prieto

El caos circulatorio en el entorno del hospital santigués también espera solución. Tras meses sin diálogo, Xunta y Concello acordaron que la Consellería de Infraestruturas elaborará un plan de movilidad y determinará el lugar adecuado para dotar al complejo sanitario de nuevo espacio para los coches. El informe debería conocerse este verano. Bugallo ofreció una parcela próxima y pidió que la Xunta pusiese los fondos para construir la nueva infraestructura, mientras que la administración gallega reclama que Raxoi ponga también dinero para la obra y aporte algo más que el suelo. BNG y CA tendrán que encargarse a partir de ahora de las negociaciones.

Contrato del agua

La renovación de la red de tuberías de saneamiento y abastecimiento del ayuntamiento es otra de las asignaturas pendientes del mandato. La red está obsoleta y el año pasado se produjeron hasta 307 averías que afectaron a un total de 14.330 viviendas. Muchas casas del rural, siguen además, sin conexión a la traída pública. En septiembre, el PSOE no logró sacar adelante su propuesta. Compostela Aberta pide la remunicipalización del servicio, tanto PP como BNG se opusieron al desconocer los informes técnicos. A priori, la duración prevista del contrato es de 25 años y su dotación de 450 millones de euros. En el escueto acuerdo de Gobierno presentado el viernes entre CA y BNG no se hace referencia a una posible remunicipalización del servicio. Durante la campaña, los nacionalistas ya aseguraron que su preferencia es la “gestión directa”, pero avanzaron que analizarán los informes jurídicos y económicos antes de tomar cualquier decisión.

Comedores escolares

Desde hace años, las Anpas de Santiago reclaman al Concello que los colegios públicos cuenten con cocina propia que ofrezca a los alumnos comida de calidad en vez de recurrir a los menús realizados por una empresa de cátering. Sanmartín prometió que en su primer año de mandato, en materia educativa y de conciliación, se avanzará hacia un nuevo modelo de comedores escolares. “De manera inmediata, pondremos en marcha un plan piloto en dos centros y ofertaremos actividades extraescolares”, afirmó.

Restollal

El PSOE había presentado también un ambicioso proyecto para reurbanizar la zona de O Restollal, humanizar el barrio y convertirlo en una zona de bajas emisiones con limitación de entrada a los vehículos más contaminantes. Pero el Ejecutivo recibió a finales de abril la noticia de que no podría contar con los 4,5 millones de euros que había pedido de financiación de fondos europeos Next Generation. El Ejecutivo de Bugallo había prometido seguir adelante con la reforma con fondos propios. BNG y CA deberán tomar su propia decisión. En materia de lo que se ha venido a denominar “coser los barrios”, también está pendiente la reforma de Romero Donallo.