PATRIMONIO DE SANTIAGO

Las chimeneas del casco histórico compostelano: símbolos de opulencia y legado arquitectónico

Numerosos tejados de la zona monumental están coronados por estas estructuras que simbolizan el poderío de la arquitectura civil en Santiago

Los tejados del casco histórico de Santiago están coronados por impresionantes chimeneas, patrimonio histórico de la ciudad

Los tejados del casco histórico de Santiago están coronados por impresionantes chimeneas, patrimonio histórico de la ciudad / ECG

En el contexto del barroco civil, caracterizado por la ostentación, las chimeneas se erigían como símbolos de riqueza y poderío. En Santiago de Compostela, esta competencia por la grandeza y el lujo se manifestaba en las alturas de los tejados de la ciudad histórica.

El afán por exhibir la prosperidad económica se arraigaba en la mentalidad de quienes buscaban ascender socialmente en la ciudad. Este deseo se plasmaba en la construcción de chimeneas desproporcionadas, que buscaban reflejar una supuesta abundancia en la cocina y, por ende, en la fortuna de sus dueños.

La chimenea barroca de la Casa da Parra

La chimenea barroca de la Casa da Parra / ECG

La evolución de las chimeneas

Al ser el único modo de calentar el espacio doméstico durante siglos, la chimenea cobró un valor especial, ubicándose en salones o comedores principalmente. Además, se convirtió en un símbolo. Al situarse en el espacio más social, su decoración daba buena cuenta del poder adquisitivo de la familia, e incluso de poder.

Con el tiempo, la evolución de la vivienda también se vio reflejada en las chimeneas, que se fueron adaptando para dar salida al humo de los hogares mediante diferentes métodos constructivos. Desde las simples estructuras de tejas formando una pirámide hasta las elaboradas chimeneas de base rectangular o cuadrada, cada una contaba una historia de progreso.

Las chimeneas eran un símbolo de poder

Las chimeneas no solo cumplían una función práctica sino que también se convertían en elementos decorativos / ECG

Las chimeneas no solo cumplían una función práctica, sino que también se convertían en elementos decorativos, reflejando la destreza y el buen gusto de los constructores y propietarios. Las más lujosas eran consideradas verdaderas obras de arte, con revestimientos de argamasa, cemento e incluso pintadas con colores llamativos.

Además de su importancia estética, las chimeneas poseían una estructura compleja, con diversas partes como el hogar, la campana, el tiro, el vierteagua, la tapa, el horno y el cenicero, cada una cumpliendo una función específica en el proceso de evacuación del humo.

La chimenea de Xelmírez

En el libro Arquitectura do lume en Compostela (Editorial Guiverny, 2020), del arquitecto Yago Bonet Correa, se menciona la chimenea del Pazo de Xelmírez como el ejemplar más antiguo de chimenea medieval que se conserva en la ciudad (siglo XII). Esta chimenea representa un cruce de influencias entre los métodos constructivos locales y aquellos importados por el séquito de Raimundo de Borgoña, esposo de doña Urraca, hija de Alfonso VI. Entre estas influencias se encuentra el diseño de chimenea tipo caminee, con un amplio espacio para la recogida del humo en forma de baldaquino, de donde el cañón se proyecta directamente al exterior. Este diseño evolucionó gracias a José Vega y Verdugo, fabricante de la catedral santiaguesa, y su discípulo, el destacado arquitecto barroco Domingo Antonio de Andrade.

Las chimeneas de la Casa da Parra y la Casa da Conga

La opulenta chimenea con objetos en relieve corona el elegante edificio civil de la Casa da Parra (s. XVII)

Una opulenta chimenea barroca con objetos en relieve corona el elegante edificio civil de la Casa da Parra (s. XVII) / ECG

Entre los ejemplos de chimeneas barrocas más notables de Santiago se encuentra la de la Casa da Parra, un elegante edificio mandado construir por el Arzobispo Rajoy en 1683 y diseñado por los maestros Domingo de Andrade y Frei Tomás de Alonso y ubicada en la parte superior de la Praza da Quintana o Quintana de Vivos. Su chimenea, coronada con objetos en relieve, destaca como un emblema de opulencia arquitectónica barroca, que se percibe como efectista y hasta ampulosa.

La Casa da Conga, en la parte sur de la Praza da Quintana, posee también chimeneas monumentales

La Casa da Conga, en la parte sur de la Praza da Quintana, posee también chimeneas monumentales / ECG

Otro destacado conjunto es la Casa da Conga, también conocida como "Casa dos Coengos", un conjunto de cuatro viviendas pegadas, unidas por un llamativo pórtico corrido, que datan de principios del siglo XVIII. Construida por Domingo de Andrade y finalizada por Casas y Novoa, sobresale por sus monumentales chimeneas. Este edificio barroco, destinado originalmente como vivienda para los canónigos de la Catedral, cerrando la parte sur de la Praza da Quintana, alberga en la actualidad el Campus Stellae.

En la vía neobarroca del regionalismo gallego, las chimeneas adquirían un papel destacado, incorporando elementos decorativos como solanas, balaustradas pétreas, pináculos de bola y prominentes chimeneas, que añadían un toque de esplendor a la arquitectura urbana.

En resumen, las imponentes chimeneas del casco histórico de Santiago no solo son testigos de una época de opulencia, sino también de un legado patrimonial arquitectónico que fusiona funcionalidad y belleza.